El Barça: Un líder bipolar

Suárez sí puso carácter

Suárez sí puso carácter / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Un derbi siempre es un derbi y el fútbol volvió a demostrar que está muy por encima de cifras. El Barça sudó para remontar un partido que tuvo perdido por falta de intensidad, que remontó por calidad y que lo pudo volver a perder en un final intensísimo. Sigue la montaña rusa blaugrana en este inicio de año dando la sensación de una extraña bipolaridad. El Barça convence cuando aprieta, pero sus desconexiones durante muchos minutos se pagan caro. Ya se ha visto en la Champions durante los últimos años y en la Liga, este curso, ya ha costado disgustos.

Los primeros 45 minutos del Barça son para que el vestuario haga autocrítica sobre lo que está pasando. El equipo volvió a estar indolente y acabó ganando quien mostró la fe para ello. Cuando hay falta de ritmo, el equipo sufre. Encaja goles. Se bloquea ofensivamente y parece vulgar. Y así es muy complicado ganar nada. Los futbolistas lo saben y Valverde, también, porque intuyó que faltaba carácter e introdujo a Arturo Vidal. Si el chileno debe ser siempre la salvación, mal está este Barça.

Pero la calidad ayuda. Y el Barça bien pudo ganar porque Luis Suárez lo quiso. Dos fogonazos pusieron al colista contra las cuerdas. Y al Barça le pareció que ya había suficiente con darle la vuelta al marcador para regresar a la indolencia. Y la fe de los pericos volvió a aparecer. Porque cuando el Barça baja los brazos, cualquier rival se lo cree. Bien este Espanyol de Abelardo y bipolar un Barça que sigue mostrando una irregularidad de estudio. Sí, es campeón de invierno, pero su juego se congela demasiado.