El Barça, los abonos y la tentación populista

Frenkie de Jong, en un duelo ante el Getafe

Frenkie de Jong, en un duelo ante el Getafe / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

El presidente del Getafe anunció ayer que la temporada que viene los abonados tendrán gratis sus abonos para la próxima temporada. La medida inevitablemente pone presión al resto de clubs, incluido el Barça, que deben decidir qué hacer con una posible devolución en esta misma temporada y una rebaja en la siguiente.

Para centrar un debate que a menudo deriva en populismo barato, debería distinguirse entre los clubs que son sociedad anónima, como el Getafe (en el que los socios son propietarios), y los clubs tradicionales, en los que, como el Barça, los socios son simplemente abonados y clientes.

Comparar el Getafe con el Barça, como ha empezado a hacerse, es comparar peras con mandarinas: no tienen nada que ver. Dicho esto, el Barça afronta ahora mismo la problemática de los abonos diferenciando entre dos temporadas, la que todavía está en curso y la que viene.

En la temporada en curso, el club esperará primero qué sucede con las competiciones suspendidas, pero en estos momentos no se plantea devolver la parte proporcional en ningún escenario. No es ningún secreto que el Barça, que tiene múltiples ingresos congelados (ticketing, museo, tiendas, etc.), está sufriendo un gran revés económico y, si ahora tuviera que devolver una parte del abono, todavía empeoraría más la situación. Otro caso distinto es el de la cuota de la temporada que viene, para el que se están estudiando diversas fórmulas para poder rebajar el importe. 

En cualquier caso, antes de empezar a atizar al Barça y compararlo injustamente con el Getafe, sería bueno recordar que el club tiene los abonos más bajos de los grandes clubs europeos. También es bueno que se sepa, aunque no se cuente nunca, que el club ha sido tradicionalmente sensible con los socios que no han podido hacer frente a las cuotas por motivos económicos.

Es fácil caer en la demagogia e ir a buscar el aplauso fácil, pero la realidad es siempre más compleja. Y, por cierto, el socio del Barça ha demostrado a lo largo de sus 121 años de historia que está dispuesto a apoyar al club cuando pasa por momentos difíciles.