¿Y Arroyo no puede ser director deportivo?

Manel Arroyo deja la vicepresidencia del Barça

Manel Arroyo deja la vicepresidencia del Barça / Valentí Enrich

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Veo y admiro los balances económicos y de gestión derivados del área de marketing y a uno no le queda más remedio que felicitar a sus rectores. Fantástico. Acto seguido, la pregunta es casi obligada: ¿Y no sería posible trasladar el modelo al área deportiva? Más concretamente, el hasta ayer vicepresidente Manel Arroyo ¿no sería posible que se incorporara a la dirección deportiva? Uno más, no hace falta destituir a nadie.

Entiendo que sus labores en DORNA y alguna que otra diferencia de orden interno le hayan llevado a abandonar la junta directiva del Barça, pero ¿no sería posible que impartiera alguna clase sobre compras y ventas de jugadores? Asumo que es tarea ardua, nada fácil, pero igual me conformaría no ya con ganar dinero sino con no perderlo.

el mercado no tiene piedad

Salir al escaparate con la necesidad de vender a no menos de media docena de jugadores invita a todo menos al éxito. Ante tal panorama no es de extrañar los atascos. Ya se sabe, día que pasa, el producto se devalúa, aunque lleve el sello de fábrica del FC Barcelona.

El Valencia lo sabe, André Gomes, lo sabe. De hecho todo el mundo lo sabe. El Barça tiene necesidad de vender, de hacer caja, así que toca esperar, controlar posibles adversarios y tener paciencia hasta que la dirección deportiva azulgrana acepte el capítulo de rebajas. Ahí, tranquilos, el Barça se moverá bien y a última hora, cuando el mercado apriete las clavijas más que nunca, habrá salidas. Eso sí, con números diferentes, siempre a la baja y castigando el balance económico del área deportiva.

Los pulsos y las amenazas a jugadores y agentes sirven de poco. La presión cada día es más asfixiante y ante el temor de pudrir el ambiente, casi siempre se acaba cediendo a las pretensiones del jugador y del club que se mueve con habilidad. El Barça se ha servido de esta estrategia en ocasiones puntuales, hoy casi todo el mundo aguarda a que en la Ciutat Esportiva se cuelgue el cartel de segundas o terceras rebajas.