Arabia, un torpedo para Barça y Madrid

El enemigo inesperado. Se acaba la temporada y empieza la época de rumores, fichajes y ventas, un espectáculo que monopolizaban los grandes equipos europeos con la Premier y su potencial económico a la cabeza.

Pero el fútbol cambia a pasos agigantados y este verano se ha colado a la fiesta un invitado inesperado, Arabia Saudí y sus petrodólares, obsesionados en imitar a lo grande el plan ideado en su momento por Qatar para lograr el Mundial de fútbol para su país con el objetivo de abrirse al mundo.

La irrupción de los árabes está distorsionando absolutamente el mercado con ofertas inverosímiles y nunca vistas en el fútbol y que ya se han convertido en un auténtico problema para los clubs importantes europeos. A diferencia de Qatar, que optaba por ficha a veteranos que iban retirándose de las grandes ligas, en Arabia van a por cracks de nivel mundial que están a pleno de rendimiento.

Una estrategia económicamente suicida que, seguramente, elevará el nivel de su campeonato, pero que puede suponer un problema a corto y medio plazo para el mundo del fútbol. Y Barça y Madrid ya lo están sufriendo en sus propias carnes con los casos de Messi o Benzema.

Hace tan solo un año era impensable que a Cristiano Ronaldo se le pasara por la cabeza marcharse a Arabia y ya está ahí jugando. Y lo más surrealista es que Arabia Saudí tiene opciones reales de ganar la partida al Barça por Messi y al Madrid por Benzema.

Pero esto va mucho más allá porque el Ministerio de Deportes calcula que, al menos, habrá dinero para importar a unos 50 cracks mundiales para la próxima temporada. Y luchar contra ello es imposible porque ahí el ‘fair-play’ financiero ni está ni se le espera.

O la FIFA actúa contra estas prácticas de competencia desleal o la burbúja del fútbol en Arabia Saudí amenaza con arruinar a los campeonatos europeos. Las normas deberían ser para todos y las ayudas estatales a clubs de fútbol para firmar a jugadores top es una práctica peligrosa y sin precedentes.

Si antes se ponía en el foco en los clubs estado, ahora el peligro llega directamente desde un país con un capital ilimitado. La alarma comenzará de verdad si Messi y Benzema aceptan este desafío.