Aprender de Xavi

Una de las cosas que más me impactó estando en el Ajax fue la cantidad de leyendas del club que formaban parte de la estructura técnica de la entidad. No solo en el primer equipo, sino también en los despachos y en las categorías inferiores. El director general era y es Edwin van der Sar, mientras Overmars ocupaba (lo sigue haciendo) el cargo de director deportivo. 

Muchos días acudíamos a ‘De Toekomst’, la ciudad deportiva del Ajax, y la plantilla se dividía en cuatro grupos: porteros, defensas, centrocampistas y delanteros. A los primeros les entrenaba el técnico de porteros, pero... ¡muchos días lo hacía Van der Sar! Los defensas trabajaban con Jaap Stam, los centrocampistas con el primer entrenador, Frank de Boer, y los delanteros, con Dennis Bergkamp. Cada uno en su parcela, todos ellos jugadores históricos de los ‘ajacied’, nos aportaban cosas diferentes, dirigidas a mejorar nuestro rendimiento en nuestra posición específica. Su ascendencia ante la plantilla estaba fuera de duda y, cuando hablaban, les escuchábamos con atención.

Me encantaría que en el Barça pasara algo similar y, cuando pienso en ello, el nombre de Xavi Hernández aparece siempre. Ni soy ni pretendo ser yo quien decida el cómo y el cuándo, pero sí estoy seguro de que, tarde o temprano, Xavi debe ser el entrenador del Barça. Figuras como la suya, como la de Carles Puyol, son un capital demasiado valioso como para prescindir de él. No se me ocurre mejor forma de transmitir qué es el Barça y su particular forma de ser que con figuras como la de Xavi. Y no estoy diciendo que Quique Setién no merezca la oportunidad que le han dado.

Mi mensaje es más estructural, es de concepto. Cuando reflexiono alrededor de la figura de Xavi recuerdo cuando el entonces presidente, Joan Laporta,  tomó dos decisiones que acabaron siendo históricas: ante la duda, eligió a Pep Guardiola en lugar de Jose Mourinho y, en la sección de baloncesto, a Xavi Pascual por encima de Ettore Messina. Ambos acabaron ganando la Champions y la Euroliga, respectivamente, pero, incluso por encima de los títulos, está la pasión y el saber exactamente dónde estaban lo que les hizo merecedores del éxito. Y ni el uno ni el otro, en teoría, tenían la experiencia suficiente para dos cargos tan importantes. ¿Quién puede enseñar a alguien como Xavi lo que significa el Barça y cómo se dirige a un equipo como el Barça? Nadie. Lo ha mamado desde que era un niño. El Barça necesita tener a gente como Xavi a su lado y seguir aprendiendo de él.