¿Dónde anda el cuatro de la Masia?

La irrupción de Busquets fue un punto de inflexión histórico para el Barça

La irrupción de Busquets fue un punto de inflexión histórico para el Barça / Paco Largo

David Bernabeu

David Bernabeu

Cuando en los años posteriores a la Champions levantada en Berlín (2015), última página memorable del Barça en la élite continental, avisábamos de lo que se venía encima poca gente nos prestó crédito. Entonces, defendí que el club se estaba desviando peligrosamente del modelo futbolístico que le había hecho único en el mundo, que no existía proyecto deportivo ni para el primer equipo ni para el fútbol formativo y que la colección del eterno rival en Europa iba a condicionar de manera nefasta la hoja de ruta de la entidad. Perfiles inadecuados - Paulinho, Arturo Vidal... -, cromos inasumibles y descontextualizados - Coutinho, Dembelé y Griezmann - o entrenadores casados con la inmediatez, carentes de mirada a medio o largo plazo.

El equipo, con la MSN languideciendo, cada vez con menos foco en la sala de máquinas, huérfano del control que le permitió dominar este juego y sin alma en los intangibles del fútbol, cosechó en la Champions humillaciones por doquier. El inmenso talento de Messi distrajo al personal, proporcionó ligas y copas y Bartomeu remató su obra. Contrato vitalicio a la vieja guardia, congelación del cambio generacional y competencia cero para los titulares de siempre. Al final, el drama no sólo derivó en la dificultad para incorporar talento diferencial en las zonas de ataque; también afectó al árbol generacional de la Masia.

Ya sin Busquets, no hay dinero para invertir en un recambio extranjero de nivel, ni al parecer se ha fabricado nada consistente e inmediato en la casa. Casadó (19) y Pau Prim (17) tienen pinta de llegar a ser, pero nadie, ni tan siquiera el propio Xavi, parece dispuesto a jugársela. Por no preguntarse si merece la pena tratar de repescar a Oriol Romeu, mariscal en Girona. En las dos épocas de mayor lustre, Guardiola y Busi mandaron en el mediocentro. En 2023, presentar un vacío en una posición casi emblemática para este club debe considerarse como un pequeño fracaso.