Gastroruta por pistas para foodies

Comer es un placer. Y esquiar también. Ya hace tiempo que la mayoría de estaciones han apostado por este binomio ganador ampliando, reforzando y enriqueciendo sus propuestas gastronómicas. ‘Ir a la nieve’ ya no es solo esquiar. Es mucho más, es un viaje experiencial. Y dentro de esta experiencia global, la restauración es protagonista. En las últimas décadas se ha pasado del ‘bocata’ y el self service a poder disfrutar de una completa oferta desde tapas con estrella Michelin a arroces de delicatessen o disfrutar de una copa de champán.

Basta fijarnos en el elenco de propuestas que podemos encontrar en las diferentes estaciones del Pirineo para tener una idea del calado de la gastronomía en las propias pistas. En este escenario, y otros, las estaciones de Grandvalira Resorts y Baqueira Beret rivalizan por tener las propuestas más sugerentes. La ‘carta’ de Andorra es abrumadora entre restaurantes, terrazas y cafeterías en pistas. 

En Cala Bassa Costa Rodona, en Pas de la Casa, encontramos uno de los beach clubs más representativos de las Baleares en lo que antes era el Restaurante Costa Rodona. A la hora de cenar nada como acercarse al Bulthaup de Grau Roig. Acogedor, popular y querido es el Refugi de Pessons, junto al Llac dels Pessons en Grau Roig donde llegar esquiando ya es un regalo. El Racó de Solanelles ofrece un entorno cálido y cómodo para disfrutar de un momento de relax con una oferta gastronómica con productos de calidad. Por su parte, el Wine & Meat Bar by Jean Leon en Soldeu hace del vino que le da nombre uno de sus grandes atractivos con productos de Joselito o Espinaler. L’Arrosseria es conocida en El Tarter tanto por su oferta gastronómica con productos de alta calidad por su emblemático edificio.  Quien prefiera una cocina más tradicional del Pirineo el ‘sitio’ es Roc de les Bruixes en Canillo. Y la propuesta gastronómica de L’Abarset es una referencia obligada con su curada oferta que se postula como el maridaje de la experiencia: ir a pasarlo bien, ir a comer bien, e ir a vivir una experiencia complementaria al après-ski”.

 En Pal Arinsal Coll de la Botella, Pla de la Cot y El Niu son tres referencias obligadas, cada una con su atractivo como el Restaurant Starlight para disfrutar de cenas astronómicas en el punto de unión entre Pal y Arinsal, o un clásico que no falla en Pal, Pal de la Cot, donde solo se llega esquiando. La Coma en Ordino Arcalís es otro restaurant emblemático con un completo menú con las carnes a la brasa como protagonistas. A 2.500 metros encontraremos el acogedor Refugi les Portelles con unas magníficas vistas al circo glaciar de Tristaina desde su terraza y propuestas como su hamburguesa de rabo de toro; sublime.

Otro destino ideal para foodies amantes de la nieve es Baqueira Beret. La estación de la Val d’Aran y Valls d’Àneu renueva temporada a temporada su completa oferta gastronómica donde cuenta con nombres propios. El Cinco Jotas Grill Baqueira es un refugio gastronómico a 1800 metros de altura donde degustar el mejor jamón y productos de bellota 100% ibéricos, traídos directamente desde Jabugo y carnes y pescados a la parrilla. Esta temporada se ha estrenado una remodelada La Choza, en la parte de abajo del edificio del Cinco Jotas, donde disfrutar de una oferta desenfadada a base de hamburguesas, ramen y finger food. El Moët Winter Lounge merece una mención aparte, un espacio único donde disfrutar de una copa de Moët & Chandon acompañada de selectos platos en su terraza al sol y entre montañas. Y que además se puede llegar o esquiado o andando ya que se encuentra junto al parking de Orri. El Baqueira Bar 1500 también emerge como un punto interesante, sobre todo a la hora de finalizar la jornada de esquí y rematarla tomando algo y comentando el día de esquí.

Cada área de la estación aranesa cuenta con su atractivo, desde la propia Baqueira como hemos visto hasta Bonaigua pasando por Beret. En el mismo Pla de Beret encontraremos diferentes propuestas como el propio Restaurante o el Barralh Blanhiblar, una espectacular carpa y solárium situado en la zona de Blanhiblar, cuenta con una de las mejores vistas a Baqueira, la zona de Beret y Baciver. Entre sus especialidades encontramos el jamón ibérico de bellota acompañado de una copa de cava. En Bonaigua 2.200, el Refugi San Miguel ofrece una selección de cervezas y bebidas premium, así como exquisitas raciones y tapas. Y se puede acceder esquiando y en coche pues es accesible a pie desde el parking de Bonaigua.

El restaurante El Bosc, Costa Rasa y el Refugi Niu de l’Àliga en La Molina. La Cabana dels Pastors en Vall de Núria, Les Marmotes a 2.535 metros en Vallter 2.000, el hotel Port Ainé 2000 y el restaurante La Carlina en Boí Taüll, entre otros son otras paradas interesantes de esta gastroruta para foodies en pistas.