Los Warriors, a por otro anillo

Afronta Golden State Warriors esta madrugada (3:00 horas) su primer 'match ball' por el título de la NBA en el TD Garden de Boston, donde los Celtics tratarán de forzar con una victoria el séptimo partido de la serie, que regresaría a San Francisco en ese caso para conocer al campeón.

Los Warriors mandan 3-2 en las Finales después del extrañísimo quinto partido, en que los californianos se apuntaron el triunfo (94-104) a pesar del día aciago de Stephen Curry en el lanzamiento. Por primera vez desde noviembre de 2018 el tirador más letal del mundo se quedó sin anotar un solo triple (0/9). Y aun así, fue Golden State quien se llevó el gato al agua.

Steve Kerr avisó en la previa que no viajan a Boston pensando que si pierden tendrán otra opción para conquistar el campeonato en la madrugada del domingo al lunes (horario español). "Vamos a cerrar esto en Boston", afirmó el técnico optimista. En la misma línea se pronunció el 'enfant terrible' del grupo, Draymond Green: "Es una sensación muy emocionante saber que estás a solo un juego del Trofeo Larry O’Brien".

Si los Warriors vencen en el TD Garden sumarán su séptimo anillo de la NBA, que sería el cuarto en ocho años, y superarán en títulos logrados a los Chicago Bulls (6). Se convertirían así en el tercer equipo más ganador de la liga estadounidense de básquet solo por detrás de dos franquicias legendarias como sus rivales de hoy, los Boston Celtics, y Los Angeles Lakers, que han ganado 17 campeonatos cada una. 

El entrenador de los Boston Celtics, Ime Udoka, no quiere oír hablar, sin embargo, de esa posibilidad. "Sabemos que Golden State es un equipo inteligente, bien entrenado, que no se va a derrotar solo, tienes que ganarles. La confianza es que ya vivimos estas situaciones, pero debemos jugar mejor ofensivamente", manifestó ayer.

Para tener opciones Boston necesitará al mejor Jayson Tatum, clavo ardiendo al que se agarran los verdes. Pero Jaylen Brown, Marcus Smart y Al Horford deberán acompañarle. Tanto en defensa como en ataque. Reducir las pérdidas de balón también se antoja fundamental. Tan necesario como rezar para que Stephen Curry no tenga su noche después de su pobre quinto partido, que sería lo que toca conociendo al genio.