Independentismo catalán

Junqueras presentará batalla para recuperar el control de ERC en otoño

El líder republicano dimitirá el 10 de junio, pero para intentar volver en el congreso del 30 de noviembre

Oriol Junqueras.

Oriol Junqueras. / EFE

Quim Bertomeu / Júlia Regué

Oriol Junqueras dejará la presidencia de ERC tras las elecciones europeas del 9 de junio para intentar atajar la crisis interna que tiene abierta el partido tras el batacazo en las elecciones catalanas, pero que nadie piense que esta renuncia es definitiva. El líder de ERC, tras presentar el miércoles su dimisión en la ejecutiva del partido, ha comparecido este jueves para explicar sus planes. La principal conclusión es que se va, pero para intentar volver pronto. ERC ha convocado un congreso para el 30 de noviembre para afrontar la reconstrucción tras la derrota del domingo y decidir quiénes serán sus nuevos líderes. Y de este congreso, lo único claro ahora mismo es Junqueras presentará batalla para recuperar el control del partido.

El aún presidente de ERC no ha confirmado que se presentará explícitamente porque antes quiere "hablar" y "escuchar" a la militancia, pero ha dado todas las señales de que esto es lo que pasa ahora mismo por su cabeza. El mensaje que ha querido transmitir es que se siente "con fuerzas para sacar adelante el proyecto". "Me siento capaz", ha afirmado. Así, ha despejado que su paso al lado es temporal y que se presentará al congreso para ser validado de nuevo como presidente de las siglas republicanas.

Las últimas 48 horas de Junqueras han sido de vértigo. El martes anunció que se quedaba al frente del partido; el miércoles renunció al liderazgo para, este jueves, dar por hecho que intentará volver a presidir ERC. ¿Cómo se entiende? La única explicación posible es que su primera decisión, la de quedarse, chocó con muchas reticencias internas, entre ellas las de su número dos, Marta Rovira. Estas reticencias han llevado a Junqueras a reformular su estrategia inicial: lo deja ahora, pero solo para intentar volver con más fuerza y con un aval renovado de la militancia.

Me siento con fuerzas para sacar adelante el proyecto

Oriol Junqueras

— Presidente de ERC

En su comparecencia, el líder de ERC ha intentado evitar cualquier polémica con los compañeros de la ejecutiva que no comparten su estrategia. También ha asegurado que no se ha sentido presionado para dimitir y ha dicho que, en cualquier caso, el congreso del 30 de noviembre servirá para que la militancia se exprese. Esta es la clave, el congreso. Allá se verá quién tiene más apoyos: si Junqueras y los que consideran que la reconstrucción de ERC debe pasar por él, o Rovira, y los que creen que la remontada de ERC debe pasar por otros liderazgos.

Los apoyos del líder

La explicación que ha dado Junqueras este jueves para querer seguir es que él, donde se siente "útil", es liderando a ERC porque considera que es "la mejor manera de ayudar a Catalunya". Así, pese a la debacle del domingo, ha defendido que puede enderezar el barco para que Esquerra vuelva a ser una opción atractiva. Para conseguirlo llevará a cabo "un proceso de escucha, de reconstrucción del relato, de lo que la sociedad espera de nosotros y lo que les podemos ofrecer". "Yo querría estar en este proceso: necesito escuchar a la gente, salir a la calle, hablar con todo el mundo [...] con esto me siento útil", ha espetado, postulándose. La realidad es que, desde que salió de la cárcel definitivamente en 2021, siempre ha dejado entrever que su carrera política iba para largo y que, algún día, quería volver a aspirar a la presidencia de la Generalitat.

Una de las primeras dudas que se tendrán que resolver es con qué apoyos cuenta para esta operación. Este jueves, en su comparecencia, se han visto algunos. Han acudido a escucharle el exconseller y secretario general adjunto del partido, Juli Fernández; los dos responsables de la comunicación estratégica, Oriol Duran y Cristian Agudo; el secretario de Organización, Pau Morales, y el secretario de Movilización y Coordinación Municipal, Santi Valls. También se pueden dar por hechos los apoyos del vicesecretario de Comunicación Interna, Oriol López; del líder de ERC en Madrid, Gabriel Rufián y del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. La sensación es que Junqueras no tiene un apoyo mayoritario en la dirección, pero que está convencido de que puede tenerlo de los militantes.

Momento delicado

La batalla interna en ERC ha estallado en un momento delicado: en una semana empieza la campaña de las elecciones europeas y, además, el partido tiene que decidir si quiere negociar con el PSC la investidura o si, por el contrario, se mantiene al margen de la negociación. Junqueras ha comunicado que él es partidario de mantenerse al margen para que sean el PSC, Junts y Comuns quienes se tengan que poner de acuerdo.

Sin embargo, no está claro que ERC pueda borrarse tan fácilmente de la investidura de Salvador Illa. Si los socialistas y Junts no llegaran a ningún acuerdo y hay riesgo de repetición electoral, volver a las elecciones sería un escenario no deseable para ERC. Principalmente, porque no tendría candidato, ya que Aragonès anunció que abandonaba la primera línea política y Junqueras difícilmente tendrá aplicada la amnistía, por lo que seguirá inhabilitado. Además, como los comicios serían con toda probabilidad en octubre, ERC estaría en pleno proceso de reconstrucción interna.

Así, ahora mismo Esquerra Republicana tiene una operación complicada de cuadrar: no quiere investir a Illa, pero difícilmente se puede permitir un escenario de repetición electoral sin salir más diezmada. En las próximas semanas deberá tomar decisiones cruciales y lo hará teniendo que afrontar la situación interna del partido más delicada en una década.