Portazo del PNV a Feijóo

Críticas del PP vasco por la gestión de los pactos con el PNV: "Vamos a la irrelevancia"

Las decisiones de Iturgaiz y Miguel Tellado son cuestionadas por haber dado "gratis" el apoyo al PNV, que se jacta de haber frustrado la investidura de Feijóo

Alberto Núñez Feijóo y Carlos Iturgaiz en el homenaje a Miguel Ángel Blanco durante la campaña.

Alberto Núñez Feijóo y Carlos Iturgaiz en el homenaje a Miguel Ángel Blanco durante la campaña. / MIGUEL TOÑA

Paloma Esteban

Dos portazos del PNV al

PP

en cuatro días. El primero fue un comunicado público el lunes, 24 horas después de las

elecciones generales

, para cortar de raíz cualquier tipo de negociación. Los nacionalistas vascos ni siquiera se sentarán a hablar. El segundo, este jueves y por boca del líder jeltzale, Andoni Ortuzar, que no pudo ser más claro: “Hemos arruinado las posibilidades de Feijóo de ir a una investidura”. Los intentos de cortejo del PP a lo largo de los últimos meses, confiando en que el PNV podría ser clave para recuperar un Gobierno del dirigente gallego, han caído en saco roto.

La creencia en el PP es que el PNV “sobreactúa” porque deberá competir con EH Bildu para ver quién es “más socio” de

Pedro Sánchez

. Y por la propia debilidad en la que han quedado los conservadores: con 136 diputados es imposible un acuerdo con los nacionalistas vascos y sin

Vox

. Sin embargo, sectores del PP vasco advierten de que las cosas “no se han hecho correctamente” y que la gestión de los acuerdos tras las elecciones municipales en Euskadi, el pasado 28 de mayo, han condenado al PP a una situación de “mayor irrelevancia”, excluyéndose a sí mismos de posiciones de fuerza.

La sensación en parte del PP vasco es de que se han echado por tierra varias oportunidades. Y la inquietud crece todavía más por la falta de liderazgo claro. A pesar de que la organización estaba abierta en canal con la dirección de Pablo Casado y Teodoro García Egea (fulminaron a Alfonso Alonso para hacer una coalición con Ciudadanos), todo el partido entendió que Carlos Iturgaiz podía ser un candidato de consenso para un periodo determinado de tiempo. Sabían que sería algo temporal y que, en las próximas elecciones vascas, no sería el candidato.

Sin embargo, Iturgaiz, que mantiene buena relación con Feijóo y ha estrechado lazos con Miguel Tellado, vicesecretario de Organización y jefe del PP en todo lo que tiene que ver con lo orgánico, ha tomado decisiones de la mano de Génova que muchos cuestionan. 

Algunos ejemplos son recientes. El partido considera que haberle dado gratis el apoyo al PNV en la diputación de Guipúzcoa fue un completo error. Los nacionalistas vascos necesitaban un voto afirmativo del PP para mantenerse junto al PSE en las Juntas Generales, o el poder recaería en EH Bildu por ser la fuerza más votada.

El PP decidió en su junta directiva regional que no daría “apoyos gratis” pero, al final, con el beneplácito de la dirección nacional, Irtugaiz anunció que lo harían. También facilitaron la alcaldía de Vitoria a los socialistas vascos, que gobernarán otra legislatura de la mano del PNV. 

La filosofía del PP nacional pasaba por dar sus votos allá donde sea necesario para evitar que el poder recayese en los de Arnaldo Otegi. Pero la renuncia a que los populares estén en gobiernos (como el caso de Guipúzcoa con una cartera menor) o, al menos, no haber endurecido más las condiciones con el PNV, dicen en la organización conservadora, “ha podido tener consecuencias”.

Mientras en Madrid insistían en que el cortejo a Ortuzar podía dar sus frutos, en Euskadi los populares creen que la lectura era otra. Consideran que el PNV siempre se ha alejado del PP, hasta el punto de hacer una campaña del miedo contra los populares, a los que sitúan en un extremo (Vox es inexistente en esa comunidad) y, al otro, a Bildu. Sobre la mesa vuelve a estar el eterno debate sobre la estrategia del PP vasco para despegar de verdad y constituirse como alternativa a los nacionalistas vascos.

Hay dirigentes que consideran que es un error limitar el discurso a Bildu y su relación con ETA, dicen, porque eso les aísla de poder enseñar el resto de su propuesta política. Consideran que la prevalencia de Iturgaiz al frente y los acontecimientos que han marcado la campaña (la izquierda abertzale como socia consolidada de Sánchez o la inclusión de etarras con delitos de sangre en las listas municipales) acaparó el debate y también impidió llevar el discurso en otras direcciones. “Si solo vamos a eso será imposible crecer aquí”, afirman. “Seguiremos en la irrelevancia”, zanjan.

Este miércoles volvió a haber una junta directiva regional, coincidiendo con la que se celebró en otras comunidades, en la que varias voces alertaron de este mensaje. El PP tiene que afrontar en poco tiempo un congreso porque en 2024 están previstas las elecciones autonómicas. 

No hay demasiado margen para elegir al dirigente que deberá encabezar un proyecto a largo plazo y, por eso, algunos dirigentes vuelven a señalar una “solución transitoria” (una vez más) para estos comicios que, además, creen que podrían terminar con un lehendakari de EH Bildu.

Si esto sucede, advierten, “todo el tablero podría volver a cambiar” porque el PNV perdería el gobierno en el País Vasco. Los dos partidos están llamados a ser socios de PSOE y

Sumar

si Sánchez consigue amarrar los apoyos suficientes y ponerse en marcha. Una competencia difícil de sobrellevar, dicen en el PP, en año electoral.