Elecciones 23J

El PP asume que Sánchez capitalizó la 'vía andaluza' del miedo a Vox y Feijóo sufrió por los pactos

Feijóo no fue capaz de conseguir lo que hizo Moreno en Andalucía: el miedo a Vox no sumó apoyos al PP y, de hecho, se fueron al PSOE

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la junta directiva nacional.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la junta directiva nacional. / Fernando Sánchez

Paloma Esteban

Los análisis continúan en la calle Génova 36 horas después de las elecciones. Los dirigentes del PP siguen atrapados en un ‘shock’ del que será difícil recuperarse. El problema es que parece no haber salida. Sí hay un consenso en el partido:

Alberto Núñez Feijóo

ganó las elecciones y debe intentar sumar apoyos para una investidura hasta el final. Se lo pidieron los barones y él ha contactado ya con Vox y PNV (incompatibles entre sí), además de UPN y Coalición Canarias, que atesoran dos escaños que para los populares estarían seguros. Falta por contabilizar el voto exterior y sumar uno más (el de Madrid está más cerca) también ayudaría. Pero en el entorno de Feijóo lo reconocen sin ambages: “Hay muy, muy pocas posibilidades”.

En el otro asunto en el que parece haber consenso es en un fracaso de la estrategia electoral del PP por dos vías. La primera, la andaluza, la que impulsó a Juan Manuel Moreno Bonilla a la mayoría absoluta el verano de 2021. La confianza de Feijóo pasaba en todo momento por provocar una ola de apoyo (especialmente del centro político) que quisiera expulsar a Vox de un futuro Gobierno. Los conservadores contaban con que habría tsunami de voto ‘anti Sánchez’ y, sobre todo, que los pactos con la extrema derecha no penalizarían tanto, sino que servirían para aglutinar voto en torno a las siglas populares.

Los cálculos estaban encima de la mesa: sumar diez escaños en la última semana, la decisiva. Sin embargo, esa recta final estuvo plagada de tropiezos de Feijóo (alguno sonado como el de la equivocación con las pensiones en TVE y, otros, que tuvieron más que ver con la dejadez y la falta de iniciativa el resto de días). “Andalucía no es España. Como el candidato socialista allí no era

Pedro Sánchez

. Ni tampoco Juanma Moreno es Feijóo. Y el miedo a Vox podía tener otro destino”, reflexionan dirigentes de distintos niveles.

Un presidente autonómico lo tiene claro: “Sánchez pudo capitalizar ese voto del miedo a Vox” como hizo el presidente andaluz, impidiendo a Feijóo resultar creíble. El primer gran error. La ansiada ‘vía andaluza’ acabó cayendo del lado de Sánchez

Y la segunda gran equivocación, según coinciden ya distintos dirigentes tras la reunión de la junta directiva nacional, fue diseñar la estrategia ‘atrapalotodo’ confiando en que el llamamiento al elector del

PSOE

, de Podemos e incluso de los indignados del 15-M podía convivir con los pactos con Vox en gobiernos autonómicos y ayuntamientos.

Y muy especialmente, aseguran dirigentes veteranos, con mensajes que negaban la violencia machista, diluyéndola en la intrafamiliar desde el lado de Vox; o los riesgos que detectó el colectivo LGTBI con la retirada de banderas en municipios pequeños como el valenciano de Náquera. O también declaraciones como la del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), llamando “trapo” a la bandera arcoíris. “Les dejamos todo ese espacio. Feijóo habló claro y dijo que no habría ni un solo retroceso, pero el mensaje caló”, reconocen miembros de la ejecutiva nacional. Solo hizo falta ver la mermadísima presencia del PP en el Orgullo de Madrid.

“O nos centramos en la derecha o en lo demás”

Y bajo esa premisa, coinciden distintos cargos, se diseñó un objetivo de “ir a por todo” que "despistó y descolocó" a muchos electores, y alarmó a los más centristas. El reproche que algunos dirigentes hacen es el siguiente: si el partido debía defender los pactos con Vox en la Comunidad Valenciana, cientos de ayuntamientos, algunos de ellos en capitales de provincia, o Extremadura (con una marcha atrás difícil de defender) el objetivo debió ser ir a por el apoyo de la derecha

“Nos hemos quedado a cinco. Había opciones. Pero no se pueden defender los pactos con Vox, decir después que no queremos gobernar con Vox en España bajo ningún concepto y, encima, pedir a los electores de Vox y hasta a los de Podemos que le den su confianza a Feijóo”, consideran.

Entienden que eso permitió a

Santiago Abascal

aguantar en los 33 diputados (la extrema derecha cayó 19, pero se dejó 600.000 votos solo). Sus expectativas nunca fueron muy superiores a esa cifra con un PP más fuerte. “Los que han votado a Vox ahora es porque definitivamente no ven en Feijóo una opción”, consideran, teniendo en cuenta además que mientras el PP defendía derogar el sanchismo ofrecía pactos de Estado al PSOE.