"El sábado notificamos que los jugadores debían hacer cuarentena"

La Vigilancia Sanitaria brasileña asegura que la Albiceleste ya conocía la situación irregular de sus cuatro futbolistas

La AFA se defiende y argumenta que siguió, durante su estancia en Brasil, la legislación sanitaría de Conmebol

Tite y Scaloni dialogan tras la suspensión del Brasil-Argentina

Tite y Scaloni dialogan tras la suspensión del Brasil-Argentina / Lucas Figueiredo/CBF

Joaquim Piera

Joaquim Piera

La selección argentina fue notificada el sábado por las autoridades brasileñas competentes que sus cuatro futbolistas que residen en Inglaterra no podían jugar el Brasil-Argentina, de clasificación para Catar 2022, porque tenían que hacer una cuarentena obligatoria desde el momento que aterrizaron en Sao Paulo. Y el incumplimiento reiterado de esta determinación es lo que llevó a integrantes de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) a suspender el superclásico sudamericano que se disputaba en el estadio del Corinthians.

Esta es la versión de la Vigilancia Sanitaria expuesta en una nota oficial y en todas y cada una de las entrevistas de sus máximos responsables. Esta agencia federal asegura que el sábado la Albiceleste fue notificada dos veces sobre la obligatoriedad de que Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, ambos del Aston Villa, y Cuti Romero y Lo Celso, del Tottenham, hicieran una cuarentena porque habían estado en Inglaterra menos de 15 días antes de acceder a Brasil.

La primera notificación se habría producido sábado por la mañana en el hotel de concentración de la Albiceleste donde acudieron representantes sanitarios del estado de Sao Paulo. Y la segunda, siempre según ANVISA, habría sido por la tarde, antes del entrenamiento de la Albiceleste en el estadio del partido, con la presencia de representantes de la AFA, la CBF, la Conmebol, el ministerio de Sanidad e integrantes de la Secretaría regional de Sanidad del estado de Sao Paulo. "En esa reunión se determinó la cuarentena de los cuatro jugadores", dice ANVISA.

Argentina, sin embargo, no hizo caso de la determinación, según las autoridades brasileñas. Los cuatro jugadores de la Premier salieron del hotel para entrenar y, entonces, fue cuando la Vigilancia Sanitaria pidió la actuación de la Policía Federal.

Domingo, cuando los agentes se presentaron en el hotel de la Albiceleste, esta ya había salido hacia el estadio y, ya en la Neo Química Arena, no consiguieron entrar en el vestuario visitante por interferencia de la delegación argentina.

"ANVISA pretendió que la norma fuera cumplida, no que el partido fuera interrumpido, los jugadores deberían ser segregados y deportados y es lo que intentó hacer", expuso Alex Machado Campos, uno de los ejecutivos de la agencia, que considera que la Albiceleste incumplió de forma reiterada la normativa sanitaria de Brasil. Todo habría empezado por la omisión en el formulario individual de acceso al país que los cuatro jugadores habían estado en Inglaterra antes de desplazarse a Venezuela, donde habían jugado el jueves.

La Vigilancia Sanitaria asegura que, en este caso, el gobierno brasileño no había aprobado anticipadamente un protocolo de excepcionalidad que permitiese la participación de los cuatro jugadores en el partido.

La AFA, por su parte, expone que no fue notificada el sábado por las autoridades locales y que, durante toda su estancia en Sao Paulo, cumplieron la legislación sanitaria vigente en la Conmebol para la disputa de las eliminatorias sudamericanas.

"Acá no se puede hablar de ninguna mentira porque hay una legislación sanitaria bajo la cual se juegan todos los torneos sudamericanos. Las autoridades sanitarias de cada país aprobaron un protocolo que venimos cumpliendo al máximo", expuso Claudio Tapia presidente de la AFA.