Obi Mikel ocultó el secuestro de su padre durante el Mundial

Obi Mikel ha vivido uno de los momentos más difíciles de su vida durante la concentración de su selección en el Mundial de Rusia. El capitán de Nigeria se enteró de que su padre había sido secuestrado mientras viajaba en autocar al estadio de San Petersburgo a enfrentarse ante Argentina.

Según explica Obi Mikel en "The Guardian", un familiar le facilitó el teléfono de los secuestradores con quienes logró hablar. "Recibí una llamada cuatro horas antes del inicio del partido para contarme qué había pasado. Me dijeron que matarían a mi padre si contaba algo a alguien", confesó el jugador del Tianjin TEDA.

El internacional con Nigeria no dudó en obedecer las órdenes de los secuestradores y ha confesado que: "Sólo un círculo cercano de amigos sabía lo que estaba pasando. No quería que se enterara el entrenador porqué no quería distraerlo a él y al resto del equipo antes de un partido importante".

Obi Mikel ha explicado cómo pudo jugar a la vez que su padre se encontraba secuestrado: "Jugué mientras mi padre estaba en manos de bandidos. Tuve que suprimir el trauma. Estaba angustiado y confundido, no quería dejar tirados a 180 millones de nigerianos. Tuve que apartar el problema de mi cabeza y representar a mi país".

Finalmente la historia acabó de manera positiva. "Mi padre quedó libre el lunes por la tarde gracias al rescate de las autoridades policiales. Ahora mi padre está en el hospital recibiendo tratamiento a causa de la tortura que recibió durante el secuestro", concluyó Mikel.