Ricky marca el camino a una España que mostró dos caras en su estreno

Ricky ejerció de líder en España

Ricky ejerció de líder en España / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

La selección española abrió con victoria su singladura en la Copa del Mundo de China. Tras dos primeros cuartos lleno de dudas y endeblez, el equipo de Scariolo se puso las pilas a tiempo y acabó pasando por encima de Túnez. Una España con dos caras que ya sabe cuál es el camino para crecer en un torneo como la Copa del Mundo.

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COPA DEL MUNDO

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62
Alineaciones
ESPAÑA
Ricky Rubio (17), Rudy Fernández (7), Claver (12), J.Hernangómez (13) y Gasol (10) --quinteto inicial--; Llull (16), W.Hernangómez (8), Colom (3), Oriola (1), Ribas (12), Rabaseda (-) y Beirán (2).
TÚNEZ
Abada (2), El Mabrouk (2), Ben Romdhane (7), Roll (8) y Mejri (15) --quinteto inicial--; Chennoufi (6), Hadidane (12), Ghyaza (2), Slimane (2) y Knioua (6).

Bajo la batuta de un Ricky Rubio imperial y pleno de confianza, el colectivo español fue claramente de menos a más y acabó firmando un triunfo solvente. Pero lo más importante es que la lección de las carencias mostradas en el primer tiempo no debe caer en saco roto. Sólo a partir de un baloncesto coral, solidario y con convicción en las dos mitades de la pista será posible contemplar el futuro en este torneo con optimismo.

La incertidumbre del debut trajo malas vibraaciones para España de salida.. Salvo un esperanzaador inicio de la mano de Ricky Rubio (7-0 y 11-4), el equipo de Scariolo -ya con Marc Gasol recuperado de su gastroenteritis- no supo adaptarse a lo que pedía el partido. Túnez, con una defensa colectiva seria y un ataque buscando el 'pick&roll' para les penetrciones o doblar para el tiro exterior,, planteó todos los problemas del mundo.

Los pecados de España eran claros: débil defensa en la pintura permitiendo las canastas fáciles del campeón de Africa con Mejri a la cabeza y escasa agresividad en ataque. Se buscaba más el triple que atacar la pintura. Y todo ese escenario propició que Túnez, controlando el tempo del duelo, se subiera a las barbas.

El equipo de Mario Palma, dominador del ritmo del choque, le dio la vuelta a la tortilla disparando las alarmas en el segundo cuarto con un 19-29. Sergio Scariolo, que había agitado su banquillo con constantes rotacciones dio al final con la tecla con la entrada de Colom. Unas buenas defensas y cuatro triples seguidos en ataque, más una canasta del retornado Marc dibujaron un parcial de 14-0 (33-29) que alivió, parcialmente, el susto del equipo español (42-39 al descanso). Pero estaba claro que había que cambiar la dinámica y lograr un juego cora con equilibrio para evitar una sorpresa desagradable.

Gran reacción

Y ciertamente, el paso por los vestuarios le sentò má que bien al equipo de Scariolo que recuperó sus señas de identidad en las dos mitades de la pista. En defensa cerrando las vías de penetración de Túnez, forzando malos tiros y a partir de aquí recuperaciones y a correr. Y en ataque mioviendo con celeridad el balón bien para un triple o, ahora sí, para un pase intterior con fundamento.

Con Ricky como gran maestro de orquesta y Marc amenazando por dentro, el resto de sus compañeros dieron un paso adelante con un total de seis jugadores en dobles dígitos de anotación. Como Llull, Juancho, su hermano Willy, Claver, o un Ribas letal desde el principio. Por dentro, desde más allá de los 6,75 y con canastas de todo tipo, España le endosó a su rival un parcial de 30-8 que, ahora sí, hizo añicos el partido (72-47) y pudo tomarse a capìtulo el último periodo.

Victoria amplia para acabar y una excelente lección para lo que viene. En un Mundial no se gana con el nombre sea el rival que sea. Hay que picar piedra desde el incio.