Francia y Dinamarca, duelo de estilos por la supremacía mundial

[ { "insert": "Estocolmo, 28 ene (EFE).- Dos años después de la final de los Juegos Olímpicos de Tokio las selecciones de Dinamarca y de Francia volverán a pelear este domingo (21:00) en Estocolmo por la primacía del balonmano, en una final del Campeonato del Mundo de Polonia y Suecia, que se antoja una batalla de estilos. " } ]

La selección francesa de balonmano celebra su triunfo ante Dinamarca

La selección francesa de balonmano celebra su triunfo ante Dinamarca / AFP

EFE

Dos años después de la final de los Juegos Olímpicos de Tokio las selecciones de Dinamarca y de Francia volverán a pelear este domingo (21:00) en Estocolmo por la primacía del balonmano, en una final del Campeonato del Mundo de Polonia y Suecia, que se antoja una batalla de estilos.

Si el conjunto danés, que busca convertirse en el primer equipo en encadenar tres títulos universales consecutivos, ha apostado por el vértigo y la imaginación, el equipo francés, la selección más laureada del torneo con seis oros, se ha decantado por la primacía del factor físico.

Dos concepciones antagónicas de entender este deporte, que quedan perfectamente ejemplificadas en las diferencias existentes entre las dos principales figuras de ambos conjunto, el lateral danés Mathias Gidsel y el pivote francés Ludovic Fábregas.

Si Fábregas, hoy por hoy el indiscutible mejor pivote del mundo, sustenta su dominio en las dos área en su imponentes casi dos metros de altura y más de cien kilos de peso, Gidsel aprovecha la agilidad de sus "apenas" 86 kilos para dibujar acciones imposibles.

Pero el pivote del Barça y el lateral derecho del Füchse Berlín no serán los únicos nombre propios de una final plagada de estrellas como Nikola Karabatic y Dika Mem, que tras caer lesionado en la primera jornada del torneo va poco a poco recuperando su mejor nivel, por el bando francés, o Mikkel Hansen y Simon Pytlick, en el danés.

El joven lateral Simo Pytlick se ha convertido a sus recién cumplidos 22 años en la gran revelación del Mundial de Polonia y Suecia, con un espectacular y efectivo juego que le convierten no sólo en una de las más firmes promesas del balonmano mundial, sino en toda una auténtica realidad.

Si las fuerzas parecen parejas entre daneses y franceses en la primera línea, algo más decantada se presenta la batalla en las porterías, donde Niklas Landin, elegido dos veces mejor jugador del mundo, parece varios cuerpos por encima de su homónimo francés Vincent Gerard.

No obstante, el guardameta francés parece crecerse en las grandes ocasiones como ya demostró en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, en los que Gerard fue designad mejor portero del campeonato.

Cita olímpica en la que Francia arrebató la medalla de oro al equipo danés, tras imponerse por 25-23 a los nórdicos en una final, que los de Guillaume Gille decantaron a su favor tras lograr llevar el encuentro a una batalla física.

Un aspecto en el que a día de hoy nadie parece poder competir con el conjunto francés, que sabe imponer como pocos tanto en defensa como en ataque de jugadores como Fabregas o el central Nedim Remili, otras de las claves de la presencia de los "Experts" en una nueva final.

Algo que Dinamarca logró evitar el pasado año en el Europeo de Hungría y Eslovaquia en el que los de Nikolaj Jacobsen dejaron fuera del podio al equipo francés, tras imponerse por 32-35 en el encuentro por la medalla de bronce.

La clave que decidirá el nombre del campeón, saber cuál de los dos equipos, si Dinamarca, con su balonmano veloz e imaginativo, o Francia, con su superioridad física, logra llevar la final a su terreno y erigirse en el "rey" del balonmano mundial.