Márquez quiere una moto oficial para 2025, sea de la marca que sea y en el equipo que sea

Antes, la prioridad era una moto oficial del 2025 en un equipo oficial de verdad, de fábrica. Ahora, la cosa ha cambiado ligeramente. Marc Márquez asegura que la prioridad sigue siendo una moto con la máxima evolución, es decir 'pata negra', sea de la marca que sea y en un equipo oficial o 'satélite'. La cosa cambia mucho y, en esas condiciones, se abren más puertas

Marc Márquez es felicitado por Gigi Dall'Igna, gurú del equipo Ducati Corse.

Marc Márquez es felicitado por Gigi Dall'Igna, gurú del equipo Ducati Corse. / Alejandro Ceresuela

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

El plan está a punto de cumplir dos años. Todo arrancó después de su tremendo viacrucis tras la fractura del húmero derecho en Jerez y todo empezó a enderezarse y, nunca mejor dicho, porque ese hueso estaba destrozado, el 2 de junio de 2022, cuando el equipo del doctor Joaquín Sánchez Sotelo le reconstruyó el húmero, en una operación que duró más de tres horas, en la prestigiosa clínica Mayo, de Rochester, en Minnesota, Estados Unidos.

Marc Márquez Alentá, de 31 años y ocho veces campeón del mundo de motociclismo, está cumpliendo, en efecto, a la perfección su plan, cuyo objetivo final, aunque jamás lo reconocerá, es ganar su noveno título mundial, su séptimo cetro de MotoGP. Para ello, no solo ha tenido que soportar miles de horas de gimnasio y rehabilitación, sino también tomar una decisión durísima, como fue abandonar, después de 11 años de matrimonio, la mayoría de ellos muy exitosos, la firma Honda para abrazar una Ducati ‘Desmosedici’ antigua, en un equipo ‘satélite’, el Gresini Racing Team.

Adiós a la familia

La parte final del plan está cumpliendo ya su últimas etapas: adaptación lo más rápidamente posible a una moto cuyo comportamiento no tiene nada que ver con la Honda; entenderse a las mil maravillas con su nuevo equipo técnico, liderado por Frankie Carchedi, que hace las veces de Santi Hernández; saber si aún era competitivo; pelear por los puestos de arriba; alcanzar un podio, recuperar la sonrisa y, llegado el momento, es decir ¡ya!, intentar volver a ganar un gran premio.

Marc Márquez celebra su segundo puesto en Le Mans.

Marc Márquez celebra su segundo puesto en Le Mans. / Alejandro Ceresuela

“Yo también dudé si volvería o no a ser competitivo ¡claro que dudé!, por eso aposté tan fuerte por cambiar de moto”, ha explicado Márquez más de una vez. “Si me subía a una Ducati, ya no podía poner la excusa de la moto. Si te subes a una Ducati, aunque sea la versión 2023, y no eres competitivo es porque tú no lo eres. Esa moto ha ganado con todos los pilotos”. Y como, en escasísimos meses (solo llevamos cinco de los 21 grandes premios que forman el calendario 2024), MM93 ha demostrado que puede ser el de antes, que no se le ha olvidado ser veloz, competitivo, meter codos, arriesgar y superar a cualquiera, ahora quiere la carta a los Reyes Magos.

“Ya está decidido: el año que viene quiero intentar tener la última evolución, es decir, una moto oficial, ‘pata negra’, de la marca que sea, del color que sea, en el equipo que sea”, declaró, el pasado domingo, en Le Mans, a Sky TV Italia, una vez concluida una de las mejores y más espectaculares remontadas de la última década, saliendo el 13º, desde la quinta línea de parrilla, y acabando segundo, después de superar, en un interior impresionante en la entrada de la ‘chicane’ de Le Mans al mismísimo ‘Pecco’ Bagnaia, jefe de filas de Ducati y bicampeón del mundo de la máxima categoría.

"Yo también dudé sobre si podía volver a ser competitivo, pero ahora que he demostrado serlo quiero conseguir una moto oficial en el 2025 pues, de lo contrario, es muy difícil pelear por la victoria con los que la tienen"

Marc Márquez

— Piloto del Gresini Racing Team Ducati

 “Siempre he tenido las ideas muy claras y siempre he sabido que la única manera de pelear por las victorias y soñar con el título en la actual MotoGP es tener una moto oficial-oficial y eso es lo que busco en mi próximo contrato”, señaló MM93, que, como la mayoría de pilotos, concluye contrato a finales del presente año.

¿Qué significa este último giro, este último cambio de pensamiento, de Márquez en Le Mans? Pues que el ocho veces campeón del mundo antepone, por delante de todo lo demás (marca, escudería, ingenieros, mecánicos, patrocinador…) tener la última evolución, la versión 2025, de cualquier marca. Para el joven de Cervera (Lleida) ya no es prioritario, como lo era al arrancar la temporada, que el equipo que le contrate sea oficial, también admitiría correr con una moto oficial en un equipo ‘satélite’ con asistencia, por supuesto, de la marca para la que corra.

Más puertas abiertas

Eso significa, por ejemplo, que cualquiera de las dos versiones que se plantea el campeón catalán de cara al 2025 y, posiblemente, 2026 (hasta que, en el 2027, aparezcan las nuevas motos, cuyo reglamento técnico acaba de ser anunciado: menos potencia y menos aerodinámica), pueden ser válidas para él sin estar inmerso en el equipo oficial de Ducati Corse o Red Bull KTM.

Jorge Martín, a la derecha, ducha con cava a Marc Márquez, en el podio de Le Mans.

Jorge Martín, a la derecha, ducha con cava a Marc Márquez, en el podio de Le Mans. / Alejandro Ceresuela

Hasta hace muy poco, el mayor de los Márquez insistía, una y otra vez, que los equipos Prima Pramac, en el que está triunfando Jorge Martín con una Ducati ‘pata negra’, y el Red Bull GASGAS Tech3, donde brilla Pedro Acosta con una KTM, no eran oficiales del todo, como lo son el Ducati Lenovo y el Red Bull KTM, ambos con asistencia directa de fábrica, multitud de ingenieros y material puntero desde el primero al último minuto del Mundial.

Es muy probable que, tras estas declaraciones tan contundentes, tras este cambio de pensamiento, que, perdida la obsesión de ser oficial-oficial de Ducati o de KTM, las negociaciones puedan contemplar ahora a MM93 sobre una ‘Desmosedici’ oficial en el Prima Pramac, ocupando la plaza de Martín, que podría ser ascendido, ¡por fin!, al equipo oficial de la firma de Borgo Panigale, o, incluso, verlo montado sobre una KTM, disfrazada de GasGas, la que pilota ahora el ‘tiburón de Mazarrón’ en el equipo Tech3, ya que el joven murciano daría el salto al 'team' en el puesto, sin duda, del australiano Jack Miller.

La confianza de Marc Márquez en sus posibilidades, en su recuperación, en la culminación de su plan, es tal que no le importa trabajar con un equipo ‘satélite’ si tiene la moto auténticamente 2025, aunque ello represente no tener tantos ingenieros como los oficiales de verdad.

"El plan está funcionando, pero todavía nos queda mucho por recorrer. ¿Volver a ganar?, estamos cerca, pero hay que ser lo regulares que son los que ganan, especialmente Martín y Bagnaia, y no fallar en todo el fin de semana. ¿Montmeló?, no es de mis favoritos, no"

Es evidente que, por ejemplo, en el caso de Ducati Corse, no es lo mismo tener sentado a tu derecha, durante los entrenamientos y la carrera, al gurú Gigi Dall’Igna, rodeado de sus ingenieros, que Dall’Igna se pase por tu boxe al acabar los ensayos o el GP y dialogue contigo de cómo han ido las pruebas, por más ingenieros de fábrica que tengas en tu taller.

Ganar es el objetivo

El cambio de criterio reconocido por Marc Márquez en Le Mans se produjo tras una de las más espectaculares exhibiciones realizadas por el mejor piloto de todos los tiempos, que salió 13º y acabó segundo, tras hacerle un adelantamiento temerario, determinante, vistoso (“me he lanzado desde muy lejos, he frenado como un bestia a la entrada de la ‘chicane’, pero es que estaba muy, muy, convencido de que me saldría”) al mismísimo ‘Pecco’ Bagnaia, el jefe de la firma de Borgo Panigale.

Todo el ‘paddock’ de MotoGP se quedó boquiabierto y elogió el ‘carreron’ de MM93 en Le Mans, tanto el del sábado como el del domingo, ganadas ambas pruebas por un velocísimo y confiado Jorge Martín (Ducati). Y todo el ‘paddock’ cree que está muy cerca la primera victoria de 2024 de Márquez, aunque él duda “y mucho” que se pueda producir la semana que viene, en casa, en Barcelona, en Montmeló. “No, no es precisamente Montmeló un circuito que me haya proporcionado grandes alegrías, pero, bueno, veremos cómo se me da con esta nueva moto, la Ducati va muy, muy, bien”.

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