Marc y Àlex Márquez, el tándem soñado en MotoGP se hace esperar

Marc y Àlex Márquez, el tándem soñado en MotoGP se hace esperar

Marc y Àlex Márquez, el tándem soñado en MotoGP se hace esperar / sport

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Si ya antes del confinamiento los hermanos Márquez eran ‘uña y carne’, estos días en su residencia familiar de Cervera les han unido aún más. A falta de poder estrenarse como compañeros de box en el Repsol Honda, -un sueño que estaban a punto de cumplir cuando se canceló el inicio de MotoGP en Catar-, Marc y Àlex comparten rutinas domésticas, largas sesiones de entrenamiento en casa, piques en la ‘play’ y sobre todo, muchas risas. A través de sus redes sociales hemos podido ver, por ejemplo, a Marc cortándole el pelo a su hermano menor y a Àlex soplando las velas por su 24 cumpleaños.

Lo llevan bien, aunque tantos días de aislamiento empiezan a pesar: “Lo primero que haremos al salir será coger nuestras motos de cross, pasarnos un día entero dándole al gas y disfrutar de una comida con los amigos”, apunta Àlex, que confiesa que “odio el rodillo y estoy deseando también salir en bici por el campo”. A Marc, además de la peluquería, le ha dado por la jardinería: “Como el jardinero no puede venir, lo vamos haciendo entre Àlex, yo y mi padre”. La cocina se les sigue resistiendo: “Hice una masa de pizza con mi madre y salió mal”, bromea Àlex.

El menor de los Márquez lamenta que esta pandemia le haya cogido cuando estaba a punto de debutar en MotoGP con el equipo campeón y al lado de su hermano: “No por eso, pero ojalá nada de esto hubiera sucedido. Para un rookie es un hándicap, aunque a ganas de empezar no me gana nadie”, advierte Àlex, que con un solo año de contrato, no está por la labor de “renovar sin correr” sino que “quiero ganármelo en la pista y demostrar que merezco este puesto y esta moto”.

Reconoce que en su momento aconsejó a Marc prorrogar su acuerdo con Honda: “Sé la consideración que le tiene la fábrica, que además le dio la oportunidad de pasar a la clase reina y en esta vida hay que ser agradecido. ¿Cuatro años? ¿Por qué no?, le dije. Creo que las dos partes salen ganando con este acuerdo”, valora Àlex, que está convencido de que cuando consiga adaptarse a la categoría puede desafiar incluso a Marc: “Él también tiene días malos y hay que aprovecharlos cuando pasa. Un duelo con él sería muy bonito porque significaría que estoy delante, peleando por victorias”, dice en clave de futuro. Eso sí, Àlex subraya que no cambiaría sus dos títulos mundiales de Moto2 y Moto3 por una victoria en MotoGP.

Marc, por su parte, reconoce que al principio le vino bien el parón, al estar recuperándose de su operación en el hombro, pero asegura que “de haber sabido la que se nos venía encima habría preferido correr aunque fuera tocado. Tampoco estaba tan mal”. El hexacampeón del mundo de MotoGP agradece pasar el confinamiento “en un pueblo, con jardín y campo, en vez de en un piso en la ciudad” y advierte que “aunque parece que la situación del coronavirus se está empezando a arreglar, hay que ser prudentes para que no haya un rebrote”.

“Me cuesta imaginar un regreso a las carreras y a la normalidad…creo que va para largo, aunque poco a poco se irán abriendo sectores. Ahora mismo ni Dorna sabe cuando volveremos a correr. El deporte quiere volver a la normalidad pero no es vital y hay que tener mucha precaución. Creo que hasta después del verano será difícil que podamos competir”, opina Marc Márquez, que no vería con malos ojos un gran premio sin público, medios ni patrocinadores excepcionalmente: “Si le preguntas a los aficionados, seguro que prefieren ver carreras aunque sea en televisión, yo estaría dispuesto porque sé que de esta forma el espectáculo les llegaría”.