Todo lo que falló para el caos de Silverstone

Josep Viaplana

Josep Viaplana

La decisión de no correr en Silverstone fue unánime entre los pilotos y Dirección de Carrera, con la salvedad del australiano Jack Miller, que fue el único que se mostró abiertamente partidario de correr. Se decidió cancelar el gran premio por las malas condiciones del asfalto, que no drenaba bien y la decisión se precipitó después de casi seis horas de espera por las bajas temperaturas.

En un asfalto normal, con buen drenaje de agua, se hubiese realizado la carrera sin problemas. Había lluvia, pero en ningún momento se dio el diluvio universal. El problema no era el agua, sino que la misma quedaba encharcada en una pista que no drenaba y, por los baches, los pilotos no podían diferenciar si estaba el asfalto solo mojado o, por el contrario, había charcos.

Cúmulo circunstancias

Fue uno de los días más complicados de la historia de MotoGP, sin duda, y para vivir una situación así tuvieron que darse un cúmulo de circunstancias contrarias que no se pueden repetir en el futuro. Falló, lógicamente, la empresa que efectuó el reasfalto del circuito de Silverstone, también los responsables del trazado que no detectaron a tiempo el desaguisado, pero entiendo que hay que pedir responsabilidades a la comisión de seguridad y, sobre todo, a Franco Uncini, delegado de seguridad de la FIM, que es quien tiene la potestad para homologar un circuito o no.

Me llamó la atención, sinceramente, que todas las culpas recayeran sobre el circuito y la empresa que realizó el reasfaltado y nadie entonara el mea culpa. Ya lo he visto en otras ocasiones. Uncini se defendió señalando que el procedimiento que se hizo para comprobar el nuevo asfalto fue el adecuado, que la situación era imposible de prever. “Vine cuando pusieron el nuevo asfalto a finales de febrero. Hice la inspección y pintaba bien desde el punto de vista del agarre y los baches. Se confirmó, posteriormente, con un test de Crutchlow, que dijo que estaba perfecto”, indicó.

Controles más rigurosos... y técnicos

Los pilotos de F1 ya denunciaron en julio los problemas de la pista, pero será ahora cuando se abrirá una investigación para saber qué pasó para que se degradara tanto de marzo a agosto o es, amigo Franco, que entonces tampoco era perfecto. El italiano aseguró que no es factible realizar test en mojado para evitar que esto suceda otra vez, que es muy complejo y costoso.

Ciertamente, metidos de lleno en una era tecnológica, llama la atención que no haya un método de control más exigente y riguroso, en el que sean ingenieros los que controlen la parte técnica cuando se acometen obras de esta envergadura, como por ejemplo la adherencia del asfalto, el drenaje de la pista y las pendientes de las curvas. La seguridad está en juego y con ella no se juega.