El heredero de Schumacher

Mick Betsch ya no quiere utilizar más el apellido de soltera de su madre para despistar a la prensa. Con 15 años cumplidos y con amplia experiencia en el karting, Mick Schumacher ha dado un paso al frente y quiere emular los éxitos de su padre, ahora postrado en una cama de su mansión en Suiza, a la espera de que algún día recupere la consciencia completa tras su grave accidente esquiando en los Alpes franceses.

Mientras llega ese momento, su hijo no ha perdido el tiempo en los últimos meses y tras dominar todas las categorías del karting -campeón alemán y subcampeón del Campeonato Mundial Júnior- ha decidido dar el salto a los monoplazas. Un deseo que ya se ha convertido en realidad. Según desvelaba el diario alemán 'Kölner Express', Mick habría realizado unas pruebas secretas en el Circuit de Catalunya a los mandos de un prototipo de F-4, que sería una competición de monoplazas sin un coste extremadamente alto y que puede significar "su primer paso hacia la F-1" como apuntaba en la información el diario alemán.

Mick se subió a uno de los coches hace dos semanas en el circuito de Montmeló donde realizó algunas tandas de entrenamiento aunque no trascendió el resultado de esas primeras pruebas al tratarse de un entrenamiento privado. Peter Mücke, jefe de la reconocida escudería alemana Mücke Motorsport, aseguró que el joven piloto tiene posibilidades de triunfar, aunque aún es pronto para saber si podrá emular algún día al heptacampeón mundial. "Sin duda, Mick tiene talento pero no necesariamente alguien que va rápido en kart lo repite luego en Fórmula 1. No hay necesidad de tener un gran nombre como piloto, lo más importante es que sea rápido", explicaba Mücke.

Apoyo familiar

El joven piloto está convencido de dar el salto a los coches, especialmente respaldado por su abuelo Rolf que ve en Mick un corredor ambicioso y con el talento de su padre, que siempre 'bendijo' su incipiente carrera en los karts hasta el fatal accidente que lo mantiene inconsciente. A pesar del drama que viven en casa, el joven Mick, lo tiene claro, quizá como homenaje a su padre que ahora no puede disfrutarlo con un volante en las manos. "Quiero ser campeón del mundo", ha expresado en más de una ocasión a su entorno cercano el chaval. Esas primeras pruebas con un F-4 podrían ser el inicio del camino a la F-1, aunque tampoco descarta que siga un año más en karting antes de dar el salto en 2016 a los monoplazas. Una de las personas más allegadas a Schumacher, Willi Weber, mánager del 'Kaiser' durante muchos años, también está convencido de que llegará muy lejos. "Tiene el gen de la velocidad de su padre", dice Weber cuando le preguntan por el joven Schumacher.

Sus éxitos en karting no se le han subido a la cabeza. Sabe que el camino es largo hasta la F-1 y cuenta con el apoyo de la familia y de su padre, con quién compartió aquel infausto 29 de diciembre del 2013, cuando se golpeó la cabeza con una piedra realizando un descenso en la estación francesa de Meribel. Cuando despierte, Mick quizá haya iniciado ya el camino para tratar de emularle, el mejor regalo que le podría ofrecer.