Alonso reivindica su historia

Alonso y su equipo celebran el triunfo en Daytona

Alonso y su equipo celebran el triunfo en Daytona / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

A Fernando Alonso le van los retos. El asturiano, que lo ha pasado mal en los últimos años en la Fórmula 1, se ha reivindicado a las primeras de cambio. La exhibición que protagonizó el pasado fin de semana en Daytona, donde consiguió la victoria en las célebres 24 Horas, ha vuelto de poner de relieve la figura de un extraordinario piloto que allá donde ve se convierte en protagonista. Fernando Alonso necesitaba aire fresco, volver a ser competitivo, disfrutar al volante y sentirse protagonista.

Está claro que el paso que ha dado de hacer un paréntesis en la Fórmula 1 ha sido un acierto. Vuelve a sonreir y afronta sus desafíos, que no son pocos ni fáciles, con su mejor versión. En Estados Unidos, donde todo lo que rodea a la F1 suena a extraño, ha nacido una estrella. Los últimos cuatro años en las filas de McLaren fueron un calvario. Necesitaba emprender otro camino, un cambio de rumbo radical y ahora disfruta de su ambiciosa apuesta. 

Consiguió la victoria en las legendarias <strong>24 Horas de Le Mans</strong>, es el líder del Mundial de Resistencia con Toyota y un firme aspirante a la Triple Corona, que se le ha puesto entre ceja y ceja. Para ello, Alonso necesita ganar en mayo las 500 Millas de Indianápolis en su segundo intento. La Triple Corona, que hasta el momento solo ha ganado Graham Hill, se otorga simbólicamente a quien ha ganado las tres pruebas más emblemáticas del mundo del motor: GP de Mónaco de F1, 24 Horas de Le Mans y la Indy 500.

Pero la historia de Fernando Alonso, pese a que algunos analistas indicaban que estaba acabado, sigue creciendo. Su victoria en las 24 Horas de Daytona, carrera emblemática en Estados Unidos y desconocida hasta ahora en Europa por el gran público, le ha dotado de una inyección de popularidad y reconocimiento mundial. El asturiano dictó un clase magistral en el Daytona Motor Speedway, una sensacional lección de pilotaje bajo la lluvia, y consiguió el trofeo al segundo intento.

El año pasado debutó y pasó casi de hurtadillas. Ahora ya exhibe otra pieza en su palmarés. Alonso es el primer campeón de Formula 1 que consigue las 24 Horas de Daytona, aunque desde el IMSA insisten en colocar al asturiano a la misma altura que Phil Hill y Mario Andretti, quienes ganaron la prueba en formatos diferentes, el primero de 200 km y el segundo de 6 horas.

El Wayne Taylor Racing, el equipo que llevó a Alonso a la victoria después de que Zak Brown convenciera a su propietario para que le dejara un volante, lo obtuvo por segunda vez en los últimos tres años. Lo hizo en compañía del japonés Kobayashi, que forma equipo con él también en el WEC con Toyota, el holandés Van der Zande y el americano Jordan Taylor, hijo del propietario del equipo. Un cuarteto de pilotos de primer orden en la resistencia y en el que Alonso marcó la diferencia. Cada vez que cogió el coche lo situó líder al frente de la clasificación en unas condiciones dantestas.

Zak Brown cambió su vida

Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, ha sido para Fernando Alonso una pieza fundamental. El estadounidense, que sustituyó a Ron Dennis al frente de McLaren, congenió rápidamente con el asturiano y, además de disputar con su equipo -United- las 24 horas de Daytona 2018, le abrió la puerta para correr las 500 millas de Indianápolis en 2017 y le permitió tener un programa paralelo con Toyota en el Mundial de Resistencia la pasada temporada, mientras seguía siendo piloto de McLaren en la F1. Brown, además, fue quien llamó a Wayne Taylor para que le fichara para correr Daytona este año y ha puesto en marcha un equipo McLaren para que él corra la próxima edición de las 500 Millas de Indianápolis.