El Circuit responde a las críticas por la organización del GP de España

Josep Lluís Santamaría, director del Circuit de Barcelona, ha querido hacer frente a las críticas a la organización del Gran Premio de España celebrado este fin de semana y que congregó a 121.000 espectadores en las gradas de Montmeló durante la carrera del domingo y a cerca de 300.000 personas a lo largo de los tres días de actividad en el trazado catalán. Este lunes, las redes sociales recogían múltiples quejas de aficionados narrando sus particular ‘calvario’ ante las interminables colas en los accesos al circuito y en los puestos de alimentación y refrescos. Y todo ello, en plena ola de calor, con temperaturas que alcanzaron los 37 grados y que sufrieron especialmente los fans ubicados en la pelouse, sin zonas de sobra donde refugiarse o puntos de agua para refrescarse.

De todo ello hemos hablado con Santamaría, que ha empezado por desmentir que la F1 les haya censurado por los problemas en la gestión del público. De hecho ha leído la carta firmada por el presidente de la F1, Stefano Domenicali. “Quería felicitaros por un increíble fin de semana de carreras en España. La carrera fue emocionante, los espectadores llenaron las gradas y la pasión y la energía estuvieron por encima de las expectativas durante todo el fin de semana. Ha sido un gran ejemplo del momento que estamos construyendo todos juntos en la F1. El GP de España ocupa un lugar especial en nuestra historia y estos días han significado un importante capítulo en nuestra relación. Fernando Alonso y Carlos Sainz son una gran inspiración para los fans españoles y se ha podido sentir en la competición. Siempre hay cosas a mejorar y necesitamos seguir trabajando para ofrecer a los fans de la F1 la mejor experiencia posible. Estamos muy agradecidos por vuestra colaboración. De cara a próximas ediciones nuestro equipo y el vuestro necesitan trabajar en algunas incidencias relativas a la gestión del tráfico y otras cuestiones de menor relevancia para preparar un plan que permita que el evento de 2023 sea aún más exitoso. Gracias por vuestra dedicación”, dice la nota de la F1.

El director del Circuit ha reconocido cierta falta de previsión, especialmente respecto a la afluencia de público en las jornadas de viernes y sábado “muy por encima de las que suelen darse esos días de gran premio”, y que provocaron incidencias que fueron mejorando con el paso de las horas. “Normalmente un viernes vienen 18.000 personas, pensamos que esta vez podían ser 25.000 pero fueron el doble. La noche del viernes a sábado ya hicimos un cambio y abrimos 45 puntos de venta de alimentación suplementarias y reforzamos siete puntos adicionales de bebidas. Y el domingo se incrementaron estas cifras. Hicimos un pedido de 130.000 botellas de agua y sobraron 15.000”.

Más complicado fue resolver las aglomeraciones en accesos y el colapso de autobuses y trenes, hasta el punto que el sábado según cuenta “se tardaron muchas horas en evacuar a todo la gente que había venido en transporte público haciendo caso de las recomendaciones y hasta las diez de la noche no estuvo todo cerrado”. Tras una reunión de emergencia con los responsables de Renfe para aumentar la frecuencia de los trenes, “el domingo se regularizó la situación, aunque es inevitable que haya cierto caos cuando un evento deportivo moviliza a tantas personas y todas concentradas en una misma franja horaria. Desde aquí me pongo en la piel de los aficionados que sufrieron estos problemas y les pido disculpas”, dice Santamaría.

Para finalizar, el director del Circuit de Barcelona, quiere hacer una valoración en positivo del Gran Premio: “Ha sido una muestra de que la F1 vuelve a interesar también al público de casa y hemos asistido a una de las carreras más espectaculares y atractivas en muchos años. Yo que desde que comencé a colaborar con el Circuit en sus inicios he trabajado como voluntario, oficial y director de carrera puedo decir que el domingo viendo el aspecto de las gradas y la carrera que nos ofrecieron los pilotos sentí una gran emoción, aunque es verdad que ciertas cosas no han salido como esperábamos y se han de corregir”.