Críticas a la organización del GP de España

Los problemas en la gestión del público y en los accesos del Circuit de Barcelona fueron la cara negativa del gran premio

En redes sociales se multiplican las historias sobre desabastecimiento de agua, precios abusivos y falta de control en plena ola de calor

La carrera de Barcelona reunió a 121.000 espectadores

La carrera de Barcelona reunió a 121.000 espectadores / Valentí Enrich

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El Circuit de Barcelona-Catalunya volvió a vivir este domingo el ambiente de las mejores ocasiones. Después de dos años de restricciones por la pandemia, el Gran Premio de España congregó a 121.667 aficionados, que abarrotaron la pista catalana desde primera hora, dejando claro que el del ‘Gran Circo’ vuelve a ser un fenómeno de masas. Sin embargo, y pese a la euforia de los organizadores ante semejante éxito de asistencia, no todo fue 'color de rosa' debido a los problemas en la gestión del público y accesos a trazado catalán, que se agravaron por la ola de calor extremo (37º).

Los promotores del Gran Premio de España 2022 de Fórmula 1 anunciaron hace más de un mes que se habían agotado las entradas. La respuesta de la afición fue impresionante y un total de 277.836 se dieron cita en el Circuit a lo largo del fin de semana. Pero a pesar de saber con mucha antelación que habría lleno absoluto en las gradas, las previsiones de la organización se quedaron cortas y se formaron enormes colas en torno a los limitados puestos de comida, bebida y aseos, así como en los accesos al recinto, tanto para entrar como para salir.

Las redes sociales han explotado ante la falta de previsión y los previos abusivos, especialmente por la escasez de agua con temperaturas propias del mes de agosto. "Una botella de agua de 50 cc, si la conseguías porque se agotaban rápidamente, costaba 3,5 euros", denunciaba una aficionada, mientras que otros criticaron que no solo no hubiera duchas o zonas de sombra sino que "durante la carrera ni siquiera había agua en los baños". Otros lamentaron especialmente la falta de control en las zonas de aparcamiento: "Después de sufrir colas horribles para llegar, la gente se colaba en los parkings , nadie pedía el ticket ¿Para qué comprarlo entonces?".

La pequeña estación de tren de Montmeló, una localidad de 8.000 habitantes, se colapsó y los miles de aficionados que acudieron desde Barcelona en transporte público siguiendo las recomendaciones, también tuvieron problemas. Más de dos horas después de que finalizase la carrera, muchos de ellos seguían 'tirados' en la carretera que une el circuito con el pueblo.