Albert Llovera Piloto participante en el Dakar 2015

"Le Mans, ¿por qué no?"

Tras superar el reto del Dakar, cree que aún le quedan muchas cosas por demostrar

X. PÉREZ / J.MATEU
Barcelona

Optimismo, fe, sonrisa y pasión. Bueno, y algo más: mucha adrenalina. Con todo ello, Albert Llovera ha conseguido cumplir una nueva meta en su vida: acabar un Dakar. No ha sido fácil y por el camino perdió más de una rueda (incluidas las de su silla, en la que está desde que un accidente de esquí en 1985 le dejara parapléjico). Pero eso no le ha impedido llegar (en su tercer intento) al final en la 41ª posición. Albert es un ídolo, una referencia personal, incluso para algunos pilotos que, como Stephane Peterhansel, incluso quisieron hacerse una foto con él porque, pese a lo duro que estaba siendo el rali, no paraba de sonreír y de luchar.

Albert regresó hace una semana a casa y a pesar de las llagas en su trasero por la dureza del rali y la poca empatía recibida por parte de los organizadores, sigue sonriendo.

-¿Con qué sensaciones ha vuelto?

-Contento por haber superado la carrera y con ganas de volver a intentarlo siempre que se pueda hacer en condiciones.

-¿A qué se refiere?

-Tenemos que poder cerrar el presupuesto a tiempo, junio o julio, porque, si no, no tienes tiempo de entrenar con el coche, prepararlo y hacerte con los mandos. Este año lo cerramos en octubre y prácticamente no tuvimos tiempo de nada. Angustiado, teniendo que hacer 25.000 kilómetros en dos meses. Ha sido muy duro.

-¿Qué le ha costado más este año?El recorrido ha sido muy complicado. Para mí, la segunda etapa fue muy dura. Tuve un gran desgaste físico y psíquico. Tardé tres etapas en volver a ser yo mismo. Tuve suerte de que la gente de Peugeot me echó un cable porque tenían un fisio (el mismo que tuve el año pasado compartido con Nasser y Laia Sanz) y un osteópata (Roger, que es de Andorra, como yo). Me reconstruyeron. Creo que la organización se pasó con el tipo de recorrido y se ha colgado una medalla porque ha conseguido romper el chasis de los pilotos y de sus vehículos.

-¿Por qué lo dice?SEnDCreo que están equivocando la filosofía de la carrera. A mí ya me va bien que sea más racing, con etapas muy rápidas, pero no es normal que lo hagan tan rompedor y jueguen tanto con nuestra vida. Además, no creo que les guste que corra el rali. Supongo que por seguridad, ya que entienden que es un riesgo. Pero es el mismo para todos los que estamos ahí.

-¿No es un rali seguro?-No es eso, pero creo que la organización se pasó con la dureza y el tipo de recorrido. Un día pasará una desgracia, pero hasta entonces no lo cambiarán y hay cosas que no hace faltan que sean así para mantener la dureza del rali. Hay zonas muy peligrosas, con grandes agujeros. Se han pasado con la cantidad de kilómetros de fesh-fesh. Eso es muy peligroso. Sobre todo cuando mezclan en la misma etapa a motos, camiones y coches. Es querer cargarse a la gente porque una vez que te metes en el fesh-fesh no puedes respirar, tienes que salir del trazado, puedes incluso atropellar a un motorista y ni siquiera te darías cuenta. Y el que viene detrás tuyo lo volvería a pisar sin enterarse. Hay que tener un poco más de cabeza.

-¿Qué es lo que más le gustó?SEnDLa respuesta del público ha sido magnífica. Todo el mundo me quería, me conocían, y cuando llegué al podio y vi a esas 3.000 o 4.000 personas aplaudiéndome, me emocionó mucho. Me puse a hacer el cabra y aún me aplaudieron más. Fue una relación mutua increíble.

-¿Y la relación con los pilotos? 

SEnDAl principio se preguntan qué haces ahí, pero después todos se interesan y animan. Incluso jefes de equipo importantes se acercaron y me dijeron que sus pilotos solo hablan de mí. Peterhansel, por ejemplo, suele mirarme como alucinando y en la etapa del lago salado, que hice tercero, se acercó a mí y me pidió si se podía hacer una foto conmigo. No se lo creía, le metí dos segundos en 70 kilómetros. Fue divertido.

-Superado el reto del Dakar, el de los ralis, el de los raids, el de los circuitos. ¿Cuál sería lo próximo? ¿La resistencia? ¿Le Mans?SEnDPorqué no. Quiero demostrar que soy un piloto polivalente y rápido pese a todo, en cualquier superficie. La verdad es que me gustaría y no creo que fuese tan complicado ni tan duro. Podría ser una buena experiencia para el futuro.