Coches autónomos

Todo lo que debes saber sobre los coches autónomos

Los coches autónomos revolucionarán la movilidad, los seguros deberán cambiar y las legislaciones adaptarse.

El autónomo de General Motors

El autónomo de General Motors. / MOTOR

Redacción

Los coches autónomos ya no son cosa del futuro. Cada vez son más habituales las noticias que hablan sobre inversiones milmillonarias en investigación y desarrollo de estos sistemas, sobre asociaciones entre compañías para probar sus tecnologías o sobre las primeras pruebas realizadas en tramos abiertos con tráfico real.

No obstante, el coche eléctrico despierta incógnitas. ¿Cuándo llegarán los coches totalmente autónomos? ¿Cómo afectarán a la movilidad? ¿Qué servicios se crearán a partir de esta tecnología? Cientos de cuestiones rodean el fenómeno del coche autónomo actualmente. Estos es todo lo que debes saber sobre los vehículos autónomos.

5 niveles de autonomía

Muchas marcas promocionan sus sistemas de seguridad diciendo que sus vehículos tienen un nivel 2 de autonomía, pero ¿qué es exactamente este nivel 2? La Sociedad Americana de Ingenieros del Automóvil (SAE) creó una escala de cinco grados de autonomía que se ha extendido por todo el mundo para clasificar la tecnología que posee cada coche.

En ese sentido, se arranca en el nivel 0, que designa a los coches sin ningún tipo de asistencia a la conducción, y se va escalando hasta el nivel 4. En el nivel 1, los vehículos incluyen sistemas como la frenada automática de emergencia o la alerta de salida de carril, pero en ningún caso se puede considerar coche autónomo. En el nivel 2, se incluyen cámaras y sensores capaces de mantener el coche dentro del carril y calcular distancias con precisión, aunque el conductor debe siempre mantener las manos en el volante. Sistemas como el ProPilot de Nissan o el Autopilot de Tesla se pueden considerar de nivel 2.

El nivel 3 incluye el adelantamiento autónomo, acciona el intermitente y cambia de carril. En este escalón, el conductor puede soltar el volante en atascos y en tramos de carretera a una velocidad inferior a los 60 kilómetros por hora. Se requiere, no obstante, la atención del conductor. Por último, el nivel 4 es el de la autonomía total, pudiendo el conductor hasta dormir con el coche en marcha.

Inversiones en infraestructura

FordGeneral MotorsUberAppleGoogleLyft y un largo etcétera de compañías invierten mucho dinero en el desarrollo de tecnología autónoma. Es casi como una carrera, en la que el primero que llegue se llevará la mejor parte. Pero no solo las grandes empresas trabajan para conseguir la conducción autónoma, proyectos como Inframix, llevado a cabo por 11 empresas e instituciones europeas, buscan desarrollar la infraestructura necesaria para los coches autónomos centrándose en la comunicación entre coches y carretera gracias a la comunicación 5G para hacer más segura la circulación.

¿Y los seguros?

Según la DGT, el 90% de los accidentes se producen por errores humanos, por lo que los coches autónomos podrían reducir drásticamente la siniestralidad en las carreteras, por lo que los seguros se tendrán que reinventar. Acierto, comparador de seguros, se deberán establecer nuevos parámetros de responsabilidad en los que estarán involucrados tanto el pasajero, como el equipo tecnológico y la marca del coche.

¿Se necesitará carné de conducir?

Según la legislación de cada país esta pregunta puede tener respuestas variables. Por ejemplo, en el Reino Unido se hará una distinción entre los coches no automatizados, altamente automatizados y totalmente automatizados y la documentación necesaria para conducir uno o viajar en otro variará según el tipo de vehículo.

¿Todos los coches serán autónomos?

En un futuro muy lejano se puede presuponer que sí. Hasta entonces, las estimaciones argumentan que, entre los años 2030 y 2040, la cuota de mercado de los vehículos autónomos se situará en torno al 25% del total, así que tres cuartas partes del parque móvil mundial seguirá siendo conducido por humanos.

¿Solucionarán los problemas de movilidad?

Los vehículos autónomos tendrán la tecnología suficiente como para revisar el tráfico en tiempo real y elegir las vías más adecuadas, por tiempo y condiciones, para llegar al destino. Además, evitando frenazos innecesarios y respetando medidas como la distancia de seguridad, que participan activamente en la formación de atascos, el vehículo autónomo hará que el tráfico se mueva de manera más eficiente, sobre todo en las grandes urbes, mejorando de forma significativa la movilidad.