La Ligue 1, el patio del PSG

Abramos el baúl de los tópicos: solo el PSG puede arrebatarle la Ligue 1 al PSG. Es así. Más aún cuando el equipo que ha ganado seis de las últimas siete ligas, dominio alterado solo por el Mónaco, ha abierto todavía más la brecha competitiva que separaba a su plantilla del resto de la competición. 

En parte por la fuga de talentos en sus rivales directos, en parte por el acertado cambio en su política de fichajes. Con Leonardo de vuelta a la dirección deportiva, el PSG ha apostado por equilibrar la plantilla con piezas más solventes que mediáticas. Los Herrera, Gueye y Sarabia son el mayor exponente.

Como resultado, ‘les parisiens’ se asemejan más a un equipo que a un álbum de cromos. Una novedad destacable ante la que Tuchel debió frotarse los ojos, recordando cómo el curso pasado llegó a emplear a Alves y Marquinhos como mediocentros ante la acumulación de lesiones y la falta de alternativas. 

Pero todavía hay una brizna de esperanza para los amantes del suspense. No en vano el fútbol no son matemáticas y el mejor no siempre vence. Un año más, el del PSG se antoja un vestuario inestable, casi un polvorín, como atestigua el culebrón de Neymar. El último trimestre del curso 2018-19 cuesta de olvidar. La obligación de ganarlo todo de una vez por todas y el fantasma de las frustraciones acumuladas pueden ser el peor enemigo de ‘les parisiens’.

Pero aún así, cuesta aventurar que el talento parisino no acabe imponiéndose en una carrera de fondo como es la competición liguera. Pero, y si eso sucediera, ¿qué equipos están mejor posicionados para tenderle un pulso al dominador galo? 

Aspirantes 

Tras consagrarse como subcampeón y gran revelación de la pasada campaña, el Lille afronta el reto de consagrarse entre los punteros de Francia. No será fácil, pues el mercado ha despojado a los ‘dogos’ de su gran estrella, Nicolas Pépé, y de otras piezas clave como Rafael Leao, Thiago Mendes o Koné. 

Estos dos últimos han puesto rumbo a Lyon, donde Sylvinho asume su primera gran aventura en los banquillos. El objetivo no es otro que dar guerra al PSG, o como mínimo asaltar el segundo puesto. También el OL ha perdido este verano a figuras destacadas como Fekir, Ndombélé y Mendy. A cambio, ha apuntalado su principal laguna –la defensa- con la llegada del central de la ‘Samp’ Andersen y del ya mencionado Mendes. Se espera también un paso adelante de la cantera, inagotable semillero, y la explosión definitiva de Aouar.

Hora de recuperarse 

Marsella y Mónaco son dos históricos en horas bajas necesitados de mejorar la pobre imagen mostrada el curso anterior. Villas-Boas se estrenará en el banquillo de OM sin que apenas hayan llegado refuerzos, con la única llegada destacable del ariete argentino Darío Benedetto.

Por su parte, a los monegascos no le costará mejorar una campaña que por poco acaba en descenso aunque la plantilla no haya variado en exceso. Un escalón por debajo y sin hacer ruido, equipos como Saint-Étienne, Montpellier y Niza aspiran a Europa.