El Valencia no sella su puesto de Champions

Alba López

No pudo pasar el Valencia del empate ante el Eibar y deberá esperar a conocer el resultado del Betis ante el Málaga para conocer si matemáticamente está clasificado para la Champions League de la próxima temporada.

Si los heliopolitanos no suman los tres puntos en el Benito Villamarín los ches serán automáticamente equipo de Liga de Campeones.

El conjunto che encontró una autopista en el arranque en el carril derecho de la defensa del Eibar. Por ahí aparecieron Gayà Guedes, quienes hicieron verdaderas diabluras en los primeros minutos. Fue, sin embargo, Rodrigo quien daba el primer aviso serio valencianista con un disparo cruzado desde dentro del área que no encontró puerta de milagro. 

Por aquel entonces, el Valencia ya sometía a los armeros sin contemplaciones. Parejo tomó el mando en la sala de máquinas y a su alrededor creció el Valencia, que conforme avanzaron los minutos se fue encontrando más comodo sobre el rectángulo de juego. Las ocasiones, aun así, seguían sin llegar. El Eibar, mientras, no había  disparado entre los tres palos todavía. 

Un centro envenenado de Gayà al punto de penalti que no encontró rematador volvió a meter el miedo el cuerpo a los armeros, pero los de Mendilibar respondieron con un libre directo de Pedro León marca de la casa que obligó a Neto a volar a su palo derecho para rechazar el balón. Orellana, que pasaba por ahí, pudo empujarlo al fondo de las mallas, pero Kondogbia se lanzó al suelo para evitar que la sangre llegara al río. 

Tras el paso por vestuarios el técnico del Eibar movió su banquillo dando entrada a Jordán por Dani García, que en el asueto no pudo recuperarse de un balonazo que recibió en la cabeza en los últimos minutos de la primera parte. Rodrigo tuvo el 0-1 para el Valencia en la reanudación, pero disparó a los pies de un defensor armero con todo a su favor. Guedes volvió a la carga en el siguiente ataque che, pero esta vez el portugués se topó con Yoel.

Era un acoso y derribo total sobre la portería vasca, pero capeaba el temporal el Eibar gracias a su buen hacer defensivo. Sólo Inui dejaba alguna que otra perlita en área contraria, pero el japonés se encontraba demasiado aislado. Marcelino metió en el campo a Zaza por Santi Mina buscando algo más de mordiente arriba, pero fue Rodrigo quien gozó de un  mano a mano con Yoel para inclinar la balanza del lado che. El meta del Eibar lo evitó con una estirada antológica. Minutos después, el colegiado anulaba un gol a Zaza por un fuera de juego que no existió, ya que el italiano se encontraba en línea con el último hombre armero.

En los últimos diez minutos reaccionó el Eibar, pero fue más un espejismo que otra cosa. La entrada de Ferrán Torres en el Valencia tampoco cambió la decoración.