Así se traza el fuera de juego desde la sala VAR

Varias son las jugadas polémicas que nos dejó el Getafe - Real Madrid de este domingo. Por un lado, los dos posibles penaltis de Éder Militão a Enes Ünal y Ángel; y por otro, el gol anulado al Real Madrid por fuera de juego de Mariano. Una posición antirreglamentaria determinada por el VAR y que, al tratarse de una acción objetiva según el protocolo existente en esta tecnología, se determina directamente desde la sala VOR de la Ciudad del Fútbol de las Rozas. No puede nunca existir revisión desde el monitor del terreno juego.

Muchas son las dudas que han surgido desde ese mismo momento sobre cómo se trazó la línea que determina la posición antirreglamentaria del madridista. Hasta el punto incluso de poner en duda la tecnología de fuera de juego que se emplea en el fútbol español.

Esta tecnología depende de la empresa Hawk Eye, la misma que se emplea tanto en las competiciones de la UEFA como en las de la FIFA. Desde el inicio de la temporada se convirtió en el proveedor de este sistema en el fútbol profesional español después de que la RFEF decidiera no renovar el acuerdo con Mediapro, la empresa encargada de hacerlo en la primera temporada de esta tecnología en nuestro país (2018-2019).

Han surgido dudas de cómo se traza esa línea para determinar de manera casi milimétrica la posición de fuera de juego. Pues bien, en el caso de que una jugada acabe en gol, y hubiera sospechas de fuera de juego, es el árbitro de la Sala VOR inmediatamente quien avisa al colegiado principal pulsando un botón, además de usar el comunicador que existe entre ambos. En este caso, era el malagueño Munuera Montero quien ocupaba ayer esta posición, estando Sánchez Martínez en el terreno de juego.

Es desde entonces cuando se procede a analizar la jugada. Para empezar, se encuentra el fotograma exacto en el que el pasador golpea el balón con destino a su compañero. Lo siguiente es colocar las líneas en el último defensor. El sistema está calibrado de antemano con respecto al punto de vista de la cámara.

A continuación se tira la línea en el atacante, proyectando, como en el caso del defensor si fuera necesario, su parte hábil más adelantada sobre el terreno de juego. Un procedimiento que debe hacerse de la manera más inmediata posible bajo la responsabilidad del árbitro de VAR y en coordinación con el operador de Hawk Eye que hay en la misma sala del VOR de la Ciudad del Fútbol. 

Una vez tiradas las líneas, se analiza la situación, y se avisa al árbitro si hay o no posición antirreglamentaria. El último paso desde la RFEF y esta sala es enviar la señal a la retransmisión televisiva, para que el aficionado pueda ver la misma línea con la que se ha estado trabajando desde la propia Ciudad del Fútbol.

Es un sistema automatizado que los árbitros trabajan de manera insistente en los distintos cursos organizados desde el CTA. De hecho es uno de los aspectos en los que más se insiste desde el estamento arbitral.