Una salida feroz y un autogol, suficiente para un Atlético con oficio

El Atlético se consolida en Champions tras su tercer triunfo consecutivo

César Ger Aznar

Tercera victoria seguida para un Atlético de Madrid con oficio y que recupera la tercera plaza de la tabla. Va de treses la cosa para un conjunto colchonero que tuvo suficiente con una fenomenal puesta en escena, dominio absoluto en 20 minutos de arranque muy buenos de los de SimeoneMarcos Llorente dejó otro detalle de crack, un control orientado que acabó en el autogol de Bruno, determinante.

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LaLiga Santander

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Alineaciones
Levante
Aitor; Coke (Miramón, 60'), Rubén Vezo, Bruno, Toño García; Rochina, Radoja, Vukcevic (Campaña, 60'), Bardhi (Hernani, 82'); Sergio León (Borja Mayoral, 69'), Roger (Morales, 60').
Atlético de Madrid
Oblak; Arias, Savic, Hermoso (Giménez, 60'), Lodi; Koke, Thomas (Morata, 84'), Saúl, Carrasco (Joao Félix, 59'); Diego Costa (Herrera, 80'), Marcos Llorente (Correa, 59').

Tuvo después sus ocasiones el equipo del Wanda para sentenciar, pero no le hizo falta ante un Levante muy inocente. Pareció que los de Paco López ya se sentían salvados y tampoco se exprimieron a tope. Tranquilo Oblak, el oficio defensivo del Atleti haciendo el resto, tres puntos a la saca.

Con muchas sorpresas en los respectivos onces iniciales, como viene siendo habitual en este calendario enloquecido, granotas y colchoneros saltaban al Camilo Cano con buen ritmo. Marcos Llorente tardaba 25 segundos en crear peligro, con un centro fuerte que despejaba Aitor de puños.

Asedio colchonero de salida, con un disparo de Carrasco para el despeje de Aitor, que no pudo blocar y en el rechace se despistó junto a Bruno, lo que casi aprovechaba Diego Costa para llevarse el esférico. Sin tiempo para el respiro, nueva llegada de los de Simeone y peligroso zapatazo de Koke que acababa en córner. La pelota aún no había tocado el campo madrileño.

Y al cuarto de hora, la justicia se plasmaba en el cero a uno. Gran pase filtrado de Arias, control orientado maravilloso de Marcos Llorente, quien no deja partido sin delicatessen de crack, para regalar a Diego Costa el primer gol, al alimón el toque con el central Bruno. Incluso un par de minutos después, Aitor se estiraba para evitar el cero a dos en un disparo lejano de Thomas Partey.

Trataba de despertar el Levante, con una primera llegada en remate de volea muy desviado de Roger en el segundo palo, pero era el Atleti el que gobernaba el encuentro con dinamismo y calidad en su fútbol. Eso sí, con menos poder de llegada al marco granota ya con el simultáneo a su favor. 

La dinámica de cierto sopor que se instalaba en la soleada tarde de La Nucía -férreo control colchonero- se rompía a los 36 minutos cuando un córner botado por Koke lo cabeceaba Diego Costa a dos palmos del poste. Poco después, y es noticia, Marcos Llorente erraba un remate al intentar una vaselina sobre Aitor, si bien la jugada estaba invalidada por fuera de juego.

Yannick Carrasco dejaba otro chispazo de genio a los 42 minutos, slálom y trallazo que sacaba Aitor cerca de la escuadra. Intermedio con cero a uno, un convincente Atleti y muy poca elaboración de juego en un Levante muy desconectado.

Sin novedad en la reanudación, con una diana anulada a Thomas a los tres minutos, cañonazo del ghanés, por fuera de juego previo y evidente de Costa. Los rojiblancos anulaban con su trabajo defensivo el fútbol local, poca creación en la dupla montenegrina Vukcevic-Radoja.

Tenía más la pelota el Levante, pero eso le daba igual a un Atlético tan cómodo defendiendo como atacando. Incluso más. Y tras un séxtuple cambio a la hora de partido, tres por bando en lo que es quizás un nuevo récord de la Liga, aluvión de ocasiones en las dos porterías. 

Joao Félix ponía a prueba a Aitor, que no podía blocar el disparo desde la frontal, con respuesta azulgrana en un envío de Rochina para la volea de Bardhi en el segundo palo al lateral de la red. Y de nuevo en el otro lado del campo, Joao Félix enviaba por encima del travesaño cuando se cantaba el cero a dos. 

Y tras estas llegadas colchoneras, tras el cooling-break se le acabó de helar todo a Simeone cuando un centro de Toño hallaba el cabezazo cruzado de Borja Mayoral que se perdía acariciando el poste de un batido Oblak. Se agotaban los cambios y el partido entraba en los minutos finales con una sensación incómoda, indefinida. Unos querían, no podían, los otros podían pero no parecían querer. 

Y así se deslizó el partido hasta un pitido final que certifica la tercera victoria consecutiva para un Atlético bien asentado en Champions.