La ‘reVuelta’ de los jóvenes

Más allá de las 21 etapas, de las montañas, de la visita a los Países Bajos, de si Sierra Nevada será la cumbre reina, de lo determinante o no del paso por Asturias o si Navacerrada decidirá la carrera, dos nombres iluminan la prueba hasta el punto de ser los líderes la ‘reVuelta’: Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, tanto monta, monta tanto.

Cuando nació Pedro Delgado en 1960, el primer fenómeno español del ciclismo contemporáneo, Federico Bahamontes todavía hacía de las suyas por el Tour. Mientras le cambiaban el primer pañal a Miguel Induráin en 1964, la ronda francesa vivió uno de los duelos más apasionantes de todos los tiempos entre Jacques Anquetil y Raymond Poulidor. Rodríguez tiene 21 años y Ayuso 19. Ambos nacieron en el siglo XXI con Lance Armstrong viajando a ninguna parte y antes de que el ciclismo comenzase a hacer examen de conciencia sobre los asuntos turbios que no se podían hacer y que la pareja de ‘revoltosos’ afortunadamente ya no han conocido.

Aliciente extra

Debutan por la gracia de la Vuelta y para tener un aliciente extra por el País Vasco, Cantabria, Castilla-León, Asturias, tierras valencianas, andaluzas, extremeñas y madrileñas por las que pasará la carrera, al margen de la explosiva visita a los Países Bajos. Y, sobre todo, para dar un aliciente extra a una afición española que ya ha sufrido demasiadas desilusiones con Enric Mas y Mikel Landa, y que necesita algo más que homenajear y despedir durante 21 días a Alejandro Valverde en su última ronda española.

Ayuso, nacido en Barcelona porque allí trabajaba su padre antes de establecerse en Atlanta, es tan bueno que hasta se ha fijado en él Miguel Induráin para señalarlo como el próximo aspirante español a triunfar en grandes vueltas. Rodríguez tiene dotes de escalador que no teme a las contrarrelojes, mientras no olvida los estudios de ingeniería en la Universidad de Granada. Sigue viviendo en su Almuñécar natal mientras Ayuso ya reside en Andorra, el país más ciclistas, por las montañas y algo más.

Son corredores que ya se mueven en un pelotón que se ha olvidado del francés como lengua madre y que ha dejado a otros idiomas, como el castellano o el italiano, en un plano secundario, para pedalear a ritmo del inglés. Ayuso, en el UEA, crece lejos de convertirse en un gregario de Tadej Pogacar, hasta el punto de que ha firmado el contrato más largo, hasta 2028, nunca visto en este deporte. Rodríguez es la perla del Ineos, y aunque afirme que ha venido a la Vuelta para trabajar por Richard Carapaz, en su equipo no tienen ninguna intención de frenarlo si se decide a realizar una ofensiva en alguna de las montañas inesperadas como el Pico Jano (Cantabria), Peñas Blancas (Andalucía) o Piornal (Extremadura).

Primer año profesional

La pareja cumple su primer año entre los profesionales y han destacado en todas las carreras en las que han participado. Rodríguez ganó una etapa en la Itzulia y el País Vasco también sonrió a Ayuso al conquistar el Gran Premio de Getxo a principio de mes. Ayuso, al que hay que identificar como ciclista alicantino aunque haya nacido en Barcelona, no ha desentonado en ninguna general de las carreras que ha disputado. Fue quinto en la Volta y cuarto en Romandía, mientras que abandonó el Dauphiné enfermo cuando ocupaba un puesto en el ‘top ten’ de la clasificación.

“Nunca he competido más de 10 días seguidos y por eso no sé cómo me encontraré. Pero más que presión siento motivación y me gusta que la gente espere grandes cosas de mí”. Lo dice Ayuso quien, pese a no haber cumplido aún los 20 años, demuestra una veteranía similar a la que exhibió su compañero Pogacar cuando debutó en la Vuelta a su misma edad.

Sueños para cumplir

Rodríguez habla pausadamente, con ese encantador acento granadino. Festeja que sea el campeón de España, título que conquistó una semana antes de empezar un Tour que lo espera el año que viene con los brazos abiertos. “Mi objetivo es que todo vaya bien y pueda llegar a Madrid. No temo a la presión, porque corro motivado y feliz por debutar en la Vuelta. ¿El sueño? Ganar una etapa y disfrutar de la carrera”.

La particular ‘reVuelta’ empieza para ellos como para todos con la contrarreloj por equipos, luego, al inicio de la segunda semana, tendrán otra en Alicante y ya se olvidarán del cronómetro cuando la prueba se acalore por carreteras de Córdoba y Jaén en subidas marcadas por la alta temperatura como la que se encontrarán en la jienense cuesta de la Pandera. Pero para ello aún faltan dos semanas.