Gerard Descarrega, el viajero solitario que se abona al oro

Su ceguera ha ido en progresión y desde los 19 años es total

Gerard Descàrrega, junto a su guía Guille Rojo en el podio de Tokio

Gerard Descàrrega, junto a su guía Guille Rojo en el podio de Tokio / EFE

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Gerard Descarrega no ve nada. Es ciego total, pero no siempre fue así. Nació en Reus hace 27 años con una vista aparentemente normal y se desenvolvía como un niño más. Pero a los 4 años algo no funcionaba y le diagnosticaron retinosis pigmentaria, una enfermedad visual degenerativa. Los primeros años seguía viendo, pero la enfermedad avanzaba inexorablemente.

Basket, fútbol, hípica, motocross eran deportes que practicaba Gerard, pero llegó un momento en el que su deficiencia visual le obligó a dar un giro en su actividad deportiva, que le apasionaba. Eligió el atletismo. El tiempo le ha dado la razón en esa elección que tal y como le van las cosas queda claro que fue sumamente acertada.

Con 19 años vio como el deterioro de su visión inició una gran velocidad hasta la ceguera total. No fue fácil de asumir para el atleta catalán, pero pronto supo adaptarse a su nueva condición de ciego. Surf, alpinismo, atletismo... nada le impide seguir con sus pasiones.

Viaje en solitario a Nueva Zelanda con su bastón y un mapa

 Pese a su ceguera, Gerard es un gran viajero, le encanta conocer mundo y nuevas culturas. Tras ganar la medalla de oro en los 400 m. en los Juegos Paralímpicos de Río se marchó 45 días a Nueva Zelanda para recorrer el país en solitario: “Fue la mejor experiencia de mi vida. Con mi bastón y un rudimentario pero útil mapa con zonas marcadas mediante pequeños agujeros, me moví por las dos islas haciendo autoestop y durmiendo en albergues o casas de gente que conocía en mi ruta”, explica en su web.

Nuevo reto, el Montblanc

Este nuevo oro le llevará al Montblanc, donde espera ascender sus 4.810 metros de altura dentro de dos semanas. Un nuevo proyecto para este atleta cuya cabeza nunca para de marcarse nuevos retos para superarse día a día.

Este domingo llegó a tope en los Juegos Paralímpicos de Tokio y Gerard Descarrega lo volvió a hacer. Revalidó el oro de Río de Janeiro con un tiempo de 50.42. "Es felicidad pura lo que sentimos ahora mismo. Es un sueño, hemos hecho la carrera perfecta nos ha salido todo muy bien y estamos muy felices".

Tanto Gerard como su guía Guillermo han tenido mil y una piedras en el camino como una operación de pie de Gerard, cambio de entrenador, cambio de ciudad, y la incertidumbre planeaba en sus cabezas constantemente. Pero con fe y trabajo y sin escuchar a los que le decían que se estaba equivocando, las han ido superando todas hasta llegar a este momento de éxtasis que no podían esconder con constantes gritos y botes celebrando el oro.

Vómitos y meses agónicos

El atleta reusense desveló que "no estaba disfrutando del atletismo y decidí irme a Sevilla con mi chica y mi hija y Guille lo dejó todo y me siguió", aún así 'Gerri' explicó que los últimos cinco meses "de yo vomitar cuatro o cinco veces a la semana porque necesitábamos entrenar, y los últimos cinco meses han sido agónicos en los que lo hemos dado todo , así que salga bien a la hora de la verdad es una recompensa".

Esperemos que esta pareja dure por muchos años, ellos así lo esperan también.