60 días para los Juegos de París: La seguridad, cuestión de Estado

La ceremonia inaugural en el Sena supone todo un reto a nivel logístico para los organizadores

Francia espera a unos 120 líderes mundiales en la apertura de los Juegos Olímpicos de París

París se prepara para la cita

París se prepara para la cita / EFE

Cristina Moreno

Cristina Moreno

Los Juegos Olímpicos de París alzarán el telón el próximo 26 de julio con una novedosa Ceremonia Inagurual que por primera vez se celebrará al aire libre. Las aguas del río Sena serán el particular escenario por donde transcurrirá el acto, incluido el desfile de deportistas (unos 10.500), que recorrerán la ciudad de este a oeste con cada delegación a bordo de un barco.

Cada una de las embarcaciones contará con una cámara para que los aficionados puedan seguir toda la celebración. Los deportistas serán el centro de la celebración y comparecerán en diferentes momentos junto a los artistas en un recorrido de unos seis kilómetros con final en Trocadero, donde se pondrá el broche a una ceremonia única.

Una gala ambiciosa que supone todo un reto a nivel logístico para los organizadores con la seguridad como eje principal, teniendo en cuenta que se esperan hasta 120 jefes de estado. Aunque desde las autoridades han insistido en que las previsiones siguen su curso, las líneas generales de la ceremonia han tenido que ser modificadas en pos de la seguridad.

Por ejemplo, se ha reducido drásticamente el público previsto en las gradas ubicadas en las orillas del Sena. De las 500.000 iniciales, por ahora habrá tan solo 300.000. Además, según declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, existe un plan B y C por el que se celebraría una ceremonia más restringida o incluso en el Stade de France.

Preocupan también los balcones cercanos a la zona, donde se prevé que se reúnan cientos de personas. La presencia de amigos y familiares en las casas podría suponer riesgo de derrumbaineto por el exceso de presión. Por ello, el gobierno se plantea realizar una verificación a gran escala de la solidez de los mismos para evitar posibles accidentes.

No obstante, el verdadero reto para París estará en la seguridad en el sentios estricto de la palabra, que vuelve a escena después de unos 'tranquilos' Juegos de Tokio que se celebraron sin público por las restricciones por la pandemia. Tal y como sucedió en Río, donde la seguridad fue el gran caballo de batalla, en la cita francesa tocará extremar las precauciones.

En los últimos años, la capital francesa ha sido una de las más castigadas en Europa por los atentados yihadistas. En el recuerdo de todos los franceses permanece la masacre contra la revista satírica 'Charlie Hebdo' en enero de 2015, en la que perdieron la vida 12 personas.

Preocupa especialmente la amenaza de posibles ataques terroristas, tanto a gran escala como con los llamados 'lobos solitarios'. Entre las medidas, destaca la de extender el perímetro de protección antiterrorista a todos los edificios con salida al río Sena. Además, las estaciones de metro estarán cerradas durante la apertura, así como los museos cercanos al río. Recientemente, la Prefectura de Policia lanzó un mensaje de prueba con el título "alerta de extrema gravedad" a través del sistema FR-Alert dirigido a las personas que viven cerca del río. Será una herramienta con la que informar al mayor número posible de personas en situaciones excepcionales.

Preocupan también a los organizadores los posibles ciberataques, ya que las fuerzas de seguridad apuntan a sabotajes a los sistemas de venta de entradas digitales, escáneres de credenciales y sistemas de cronometraje.

Experiencia en grandes eventos

En favor de París juega la amplia experiencia que tiene organizando eventos de envergadura. A nivel deportivo acoge cada año la etapa final del Tour de Francia con miles de aficionados en los Campos Elíseos recibiendo al maillot amarillo. También acoge cada primavera Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada tenística, con dos semanas de frenética actividad y mucho público.

La pista central de Roland Garros espera a los aficionados

La pista central de Roland Garros espera a los aficionados / AP

En 2016 la ciudad fue también escenario de la Eurocopa de fútbol y en 1998 acogió el Mundial masculino de fútbol, así como el femenino en 2019, entre otros, todos ellos sin contratiempos destacables en materia de seguridad.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos han sido objeto en más de una ocasión de conflictos que desembocaron en tragedia. La bomba situada en el Centennial Park de Atlanta durante los Juegos de 1996 causó una víctima y decenas de heridos. Los de Munich 1972 serán también recordados por un terrible hecho, cuando terroristas palestinos asesinaron a dos atletas israelís y tomaron como rehenos a otros nueve para reclamar la liberación de presos palestinos. El secuestro acabó con los atletas israelís asesinados, además de cinco de los terroristas y un policía. Con el conflicto entre Israel y Palestina en plena ebullición actualmente, este recuerdo negativo cobra especial relevancia.

En medio de este clima incierto en el que también planea la guerra entre Rusia y Ucrania, algunas delegaciones como la estadounidense o la británica se plantean acudir al evento con seguridad privada.

La antorcha, blindada

París se ha tomado los relevos de la antorcha olímpica desde su llegada a Marsella como un ensayo de cara a los Juegos. Desde su llegada al puerto francés, todo el recorrido ha estado blindado por extremas medidas de seguridad. Incluso se han bloqueado 32 actos reivindicativos que tenían por objetivo entrar en contacto con el símbolo olímpico o aprovechar la atención mediática.

El Belem ha transportado la antorcha olímpica hasta Marsella

El Belem ha transportado la antorcha olímpica hasta Marsella / @Paris2024

Por si fuera poco, Francia se encuentra en pleno conflicto en Nueva Caledonia, antigua colonia francesa y actualmente territorio autónomo. El problema surgió tras el debate en el Parlamento francés sobre una reforma electoral que concede el voto a los ciudadanos franceses que lleven al menos 10 años residiendo en el territorio. El paso de la llama olímpica por la zona, previsto para el 11 de junio, fue cancelado para "dar prioridad al regreso a la calma".

A 60 días de los Juegos, París sigue preparándose para afrontar el gran reto. Para ello contará con ayuda, como la de un dispositivo de militares de varios países que integrarán el dispositivo de seguridad para reforzar un dispositivo con grandes necesidades por las múltiples amenazas que pueden cernirse a su alrededor.