Futuro incierto con Mourinho

A este paso José Mourinho va a tener más vidas que un gato. Si durante la semana pasada se aseguraba que una derrota contra el Liverpool le iba a costar el puesto de entrenador del Chelsea hoy nadie duda de que el miércoles volverá a sentarse en el banquillo de Stamford Bridge para recibir al Dinamo de Kiev en la Champions League. Pero la pregunta del millón es: ¿hasta dónde llegará la paciencia de Roman Abramovich?

Con el propietario del club londinense celoso una vez más de su intimidad no existe una voz en el interior de la entidad que valore la situación por la que atraviesa Mourinho, que vive sus peores días como entrenador del Chelsea después de haber perdido seis de los once partidos de la Premier League. Tampoco el club ha emitido un comunicado oficial para respaldar a su técnico como ocurrió el 5 de octubre pasado cuando el Southampton de Ronald Koeman ganó por 1-3 en Stamford Bridge y comenzaron a correr los rumores acerca de su destitución.

La confusión que existe en torno a la figura de Mourinho es extensiva a los medios británicos, que divergen totalmente sobre el futuro del entrenador portugués. Desde el ‘Mirror’, que aseguraba en la edición de este domingo que la destitución de Mourinho era cuestión de horas, hasta el ‘The Independent’, que ha publicado que Abramovich ha otorgado al entrenador un mes de margen para que enderezca la situación del equipo, no existe una coincidencia sobre los planes deportivos del propietario del club londinense.

Según el diario ‘The Sun’, el margen que tendría Mourinho para evitar el despido es de dos partidos: el de Champions contra el Dinamo de Kiev y el del próximo sábado contra el Stoke City de Bojan y Muniesa en la Premier. Para el ‘Daily Express’, el Chelsea trataría de llegar sin cambios hasta el final de temporada e intentaría atar a Pep Guardiola, que finaliza contrato con el Bayern el próximo 30 de junio, antes de que el Manchester City firme un precontrato con él.

Lo que está claro es que Mourinho no va a dar el paso para facilitar su cabeza a Abramovich como sucedió en septiembre de 2007 al abandonar el club "de mutuo acuerdo", según divulgó en una nota informativa el Chelsea. Si el oligarca ruso quiere prescindir del entrenador más exitoso de la historia del club le tocará rascarse el bolsillo y abonarle al técnico una cantidad que según ‘The Mirror’ asciende a 9,5 millones de libras (unos 13,5 millones de euros), muy lejos de los 35 millones de libras (50 millones de euros) apuntados por el ‘Daily Star’.