Los tres tenores marcan el compás

La plantilla del Girona celebra un gol en el Juegos Mediterráneos

La plantilla del Girona celebra un gol en el Juegos Mediterráneos / EFE

Carles Rosell

Se ha entonado el Girona. Lo agradece Montilivi, deprimido con el ir y venir de un equipo sin rumbo, aguantado por el talento individual de sus futbolistas, pero sin ser capaz de convertir la regularidad en el pan de cada día. Se quedó sin el premio del ascenso directo y ha sido en la promoción donde ha despertado. Ha aprovechado estas últimas semanas de incertidumbre Francisco para aislar a sus futbolistas, trabajar y mejorar conceptos.

El resultado, la versión más mejorada de toda la temporada. Suficiente para despachar al Almería y presentarse a la final contra el Elche con la ilusión de luchar por regresar a Primera. El cambio es un hecho. Lo evidencia el colectivo, capaz de encadenar dos muy buenas actuaciones. Como también queda claro en el nivel individual de muchos de sus futbolistas.

Si antes era Stuani el único que parecía dar el callo jornada tras jornada, ahora celebra contar con dos compañeros de lujo en ataque. Junto a Borja García y Samu Sáiz se convierten en los tres tenores y el Girona baila a su compás. El cambio de chip de los dos centrocampistas, con más presencia en tareas defensivas, sumada a su libertad de movimientos, les ha convertido en los mejores socios del uruguayo, que sigue incrementando sus cifras. El terceto apareció en la idea con un gol antológico y cerró la vuelta con otra diana para enmarcar.

En Montilivi, la conexión fue estratosférica. Pases al primer toque, desmarques y diana para poner a los catalanes con ventaja. En los Juegos Mediterráneos rompieron el empate y decidieron la eliminatoria. Una acción parecida en la que Borja, con metros por delante y tiempo para imaginar, picó el balón para la entrada de Samu, que condujo hasta percatarse de la subida de Stuani en el segundo palo. Allá teledirigió su pase y el 7 no falló. Alcanza ya 31 dianas esta temporada, la mejor marca de su carrera como profesional, dejando en nada las 22 que anotó hace una década con el Albacete.

Excelentes números. Menores los de sus socios, pero también convincentes. La buena noticia es que han llegado ahora. Sobre todo los de Samu Sáiz. Desaparecido en combate durante buena parte de la temporada, con un rendimiento irregular, ha sido ahora, justo en el preciso momento, cuando ha despegado. Su fichaje despertó ilusión, como desesperación generó verlo cada dos por tres en el banquillo. Hay doce futbolistas de la plantilla que han jugado más minutos que él esta temporada. Ahora bien, desde que volvió la liga, ha sido imprescindible, jugando 11 partidos de los últimos 13. Se perdió uno por sanción y otro porque Francisco lo quiso reservar para el play-off.

El madrileño acumula cuatro asistencias, dos en esta promoción. Es el máximo asistente de la plantilla y ha visto puerta en tres ocasiones, todas en la segunda parte del curso. Borja ha ido alternando luces y sombras, pero vuelve a entonarse a tiempo. Suma cinco tantos y tres pases de gol. Lo agradece el Girona, que desde la llegada del nuevo cuerpo técnico ha ganado cinco de los últimos ocho partidos y apenas ha encajado cuatro dianas.

El último obstáculo, superar a un Elche que le ha ganado las dos veces que se han enfrentado esta temporada. Pero por si las moscas, ayer Àlex Granell lanzaba un aviso para navegantes. "Este Girona no es el mismo de antes y eso me transmite seguridad".