Muric, ambición e ilusión para el Girona

Muric en su presentación con el Girona

Muric en su presentación con el Girona / sport

Carles Rosell

El nombre de Arijanet Muric salió a escena hace apenas dos semanas. Ningún desconocido para Quique Cárcel, que lo tenía controlado tiempo atrás. Pero sí para el grueso de seguidores del Girona. El nombre del kosovar, nacido hace 21 años en Suiza, era del todo desconocido en el entorno.

Las primeras informaciones que le situaban en Montilivi provocaron la típica oleada en redes sociales. Vídeos suyos empezaron a correr como la pólvora. En uno, un par de cantadas con la camiseta del Nottingham Forest. En el otro, cabezazo a un rival. Había más: un par de penaltis atajados al Leicester, defendiendo ya el escudo del City.

Debutó el sábado en La Romareda y dejó alguna intervención remarcable, pero es pronto para saber si "aportará grandes cosas", como auguraba el propio Cárcel. Por su parte, el guardameta tiene muy claro por qué llega a Girona. Quiere "jugar" y está convencido que "trabajando al máximo las oportunidades llegarán".

Así mismo lo expresó en su presentación oficial. Una rueda de prensa telemática en inglés, con traductor de por medio. Pocas palabras, discurso medido y prudente, pero una firme declaración de intenciones.

"Tenemos la suerte de tenerlo aquí. Valoramos su llegada incluso en Primera porque hace dos o tres años que tenemos ganas de que venga. Nos puede aportar muchas cosas aunque haya jugado pocos partidos y es por ello que hay que tener paciencia con él", decía Cárcel antes de cederle la palabra al protagonista. Explicó que está en Montilivi porque cree que Girona "es una buena opción" para favorecer su crecimiento.

No ha llegado para pasar el rato, sino que tiene entre ceja y ceja aprender y tener minutos. "Tengo muchas ganas de jugar. Daré lo máximo de mí para contar con oportunidades. Tengo la confianza de que si entreno bien y mi actitud es la correcta, me llegarán opciones". Para ello, eso sí, tendrá que convencer a Francisco y pasar por delante de Juan Carlos y Suárez. "Son buenos compañeros y grandes porteros, aunque la decisión es del míster".

Aro, como le conocen ya en el vestuario, dijo que no le gusta mucho "decir mis puntos fuertes y débiles", con lo que no se quiso definir, sino que dejó que el tiempo hable por sí solo. "A lo largo de la temporada ya se verá mi juego y la gente me podrá valorar".

De momento, se queda con el "buen recibimiento de los jugadores, el cuerpo técnico y la gente del club", lo que le ha dado un "plus de confianza" para alcanzar sus metas. A nivel colectivo, no son otras que "ganar partidos y jugar bien".