Kike García acaba con el sueño europeo del Girona

Alba López

No levanta cabeza el Girona en Motilivi, donde los rojiblancos suman ya tres derrotas consecutivas y un empate en los últimos cuatro partidos, cifras que han acabado con un sueño europeo que hace algunas semanas parecía real. Dos goles de Kike García en la primera parte dilapidaron las esperanzas del equipo de Pablo MachínAday recortó distancias en la reanudación, pero fue un espejismo y el Sevilla, que marca el corte de las plazas que dan derecho a disputar la Europa League la temporada que viene, sigue a tres puntos pero con un partido menos disputado. Una quimera. 

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LaLiga

1
4
Alineaciones
Girona
Bono; Aday, Juanpe, Muniesa (Lozano, 79'), Alcalá, Mojica; Granell, Timor (Aleix García, 66'); Portu, Borja García, Stuani.
Eibar
Riesgo; Rubén Peña, Paulo Oliveira, Lombán, Cote; Diop, Dani García; Pedro León (Iván Alejo, 29') (Jordán, 69'), Orellana (Escalante, 85'), Inui; Kike García.

No consiguió sacudirse el Girona el dominio del Eibar en los primeros minutos. Con Diop y Dani García mandando en el centro del campo, los armeros llevaron la iniciativa ante un Girona timorato que prefirió esperar atrás a su rival para salir después rápido a la contra. Pedro León dio el primer aviso serio por los azulgrana en un libre directo ligeramente escorado  que se perdió por encima de la portería de Bono.

Fue la antesala del primer tanto vasco, obra de Kike García tras un error garrafal de Mojica. El lateral cafetero se equivocó despejando el balón hacia atrás e Inui ganó la partida por arriba a los centrales rojiblancos. Una pared entre los García (Dani y Kike) dentro del área bastó para desarmar a Bono.

El tanto, sin embargo, sirvió al Girona para salir de su letargo y comenzar a mirar hacia la portería de Riesgo. Casi siempre de la mano de Mojica y por la izquierda. El colombiano buscaba resarcirse de su fallo previo, pero se lo impidió la ordenada defensa de un Eibar que, aun así, empezó a sufrir.

Después de un par de acercamientos claros sobre la portería de Riesgo los pupilos de Pablo Machín rozaron la igualada. Portu le filtró un balón a Álex Granell al pasillo que era medio gol, pero el centrocampista catalán disparó al lateral de la red. Minutos después, el hasta entonces mejor jugador del Eibar, el exmadridista Pedro León, se veía obligado a abandonar el campo lesionado y dejar su lugar en el once al eléctrico Iván Alejo

El ímpetu del Girona pudo traducirse en el marcador al filo del descanso, pero el colegiado anuló un tanto a Portu por posición antirreglamentaria dudosa previa de Mojica, y de lo que pudo ser el  1-1 se pasó al 0-2 en la acción siguiente cuando a la salida de un saque de esquina Kike García se anticipó a Muniesa para batir a Bono con un cabezazo inapelable.

Machín, mientras, negaba con la cabeza en la banda, y Bono evitaba el tercer tanto armero en la última jugada del primer acto rechazando a córner el enésimo remate de Kike García en el encuentro.

Tras el paso por vestuarios, no obstante, la decoración cambió por completo. Tanto es así, que a los cinco minutos de la reanudación el Girona ya había recortado distancias en el electrónico tras una jugada de pizarra desde la esquina que culminó Aday con un zapatazo inapelable desde el balcón del área.

El tanto dio esperanzas al equipo de Machín, que creció exponencialmente hasta terminar encerrando al Eibar en su propio campo. Portu rozó el empate con un testarazo tras una falta lateral, pero su remate fue a parar manso a las manos de Riesgo. La entrada de Aleix García por Timor no despejó el panorama. Tampoco las lágrimas de Iván Alejo en el banquillo después de que Mendilibar decidiera sustituirlo por Jordán a pesar de que el medio había entrado al partido sólo 40 minutos antes.

El técnico vasco acertó de pleno con la permuta, ya que diez minutos después Jordán ponía la puntilla al Girona tras una falta que Inui sacó en rápido y sorprendió a la zaga gerundense. El propio Inui, cuando el partido moría, redondeó la goleada armera con un disparo desde la frontal quue tocó en el poste izquierdo de la portería de Bono y se coló dentro.