El Girona sufre pero suma tres puntos más

Los de Míchel se imponen a la Real Sociedad B para colocarse a solo tres puntos de la promoción de ascenso

El conjunto catalán se colocó 0-2 en el marcador pero terminó pidiendo la hora

Los jugadores del Girona celebrando un gol en San Sebastián

Los jugadores del Girona celebrando un gol en San Sebastián / LaLiga

Carles Rosell

De tenerlo todo bajo control, a pedir la hora. El Girona es capaz de todo, pero ha aprendido a sufrir y desde hace unas semanas que ha decidido que vale más la pena coleccionar buenos resultados que no dejarse puntos por el camino. Pese a las bajas, vuelve a ganar, alargando así su buena inercia, algo que le coloca a tres puntos del playoff.

Real Sociedad B-Girona

LaLiga SmartBank

1
2
Alineaciones
Real Sociedad B
Ayesa, Blasco (Garrido 46'), Rodríguez (Alkain 86'), Arambarri, Martin, Djouahra (Karrikaburu 86'), Olasagasti, Sangalli, Roberto López (Pokorny 86'), Lobete y Martón.
Girona
Juan Carlos, Arnau, Bernardo, Santi Bueno, Juanpe, Juncà (Calavera 89'), Kébé, Aleix Garcia, Samu Sáiz, Baena (Artero 89') y Stuani (Pablo Moreno 89').

Un gol cómico del portero Ayesa en propia y un testarazo de Bernardo a la salida de un córner parecía que dejaban el partido visto para sentencia, pero la irrupción del VAR, decretando como penalti una acción más que dudosa, puso a la Real Sociedad B, hasta entonces tímida, dentro del partido. Suficiente para multiplicar los nervios.

En el 20, la jugada surrealista de la jornada. Saque de esquina de Aleix Garcia y Ayesa, en el intento por despejar, que enviaba el balón en su propia portería. Era el 0-1 y hasta el segundo tiempo, de las pocas aproximaciones en un duelo aburrido, soso y lento. Mucha posesión y nada más.

Le quiso dar una marcha más el Girona tras el descanso y anotó el segundo mediante Bernardo, de cabeza. Todo bajo control, o eso parecía, hasta que el árbitro, con la ayuda del VAR, decidió que Aleix había cometido penalti sobre Lobete. Dudoso lo es poco. Roberto López engañó a Juan Carlos y comenzó otro partido. Con final feliz, eso sí.