Ciclismo

El Giro empieza con Pogacar como único favorito

El fenómeno esloveno quiere conseguir este año el doblete en Italia y Francia lo que no logra ningún ciclista desde que Pantani ganó en Milán y París en 1998

Giro de Italia 2024: etapas, perfiles y recorrido

Tadej Pogacar bromea durante la presentación de equipos del Giro.

Tadej Pogacar bromea durante la presentación de equipos del Giro. / GIRO DE ITALIA

Sergi López-Egea

Cuenta la leyenda que la dirección del Tour estableció en 1952 un premio especial para el segundo clasificado por el abrumador dominio del gran Fausto Coppi. El ‘campeoníssimo’ ganó cinco etapas y el segundo clasificado, el belga Stan Ockers, llegó a París a 28 minutos del astro italiano. En este plan, con el nombre de Tadej Pogacar en el reparto como única estrella, se inicia este sábado el Giro, en Turín, con un guion que no contempla, salvo accidente no deseado, a otro candidato a la victoria que no sea el fenómeno esloveno.

Tal es la diferencia del mejor corredor del mundo, siempre con el permiso del lesionado Jonas Vingegaard, que hasta se contempla la posibilidad de que Pogacar sea el líder de la carrera desde la primera etapa a la última, en Roma, el domingo 26 de mayo. Sólo cuatro corredores a lo largo de una carrera creada en 1909 han sido capaces de realizar la hazaña: Constante Girardengo (1919), Alfredo Binda (1927), Eddy Merckx (1973) y Gianni Bugno (1990).

Porque el Giro comienza ya con dos etapas que abrasan como una hoguera. La prueba cambió el recorrido de la primera etapa, que acaba en Turín (Eurosport), para incluir a 5 kilómetros de la meta una subida denominada Bivio di San Vito, de apenas 1,5 kilómetros, pero con un porcentaje del 9,8% y rampas máximas del 16% para animar a Pogacar en la caza y captura de la ‘maglia rosa’.

Por si fuera poco, el domingo se llega a Oropa, santuario de leyenda por la crisis de Miguel Induráin, en 1993, que casi le cuesta el Giro ante el letón Piotr Ugrumov, y porque en 1999 se le salió la cadena a Marco Pantani. Empezó el último del pelotón y llegó el primero. Son dos posibilidades estelares para que Pogacar se vista con el jersey de líder.

Pogacar se ha apuntado a la prueba porque quiere este año conseguir el doblete Giro-Tour, lo que nadie logra desde que lo hizo Pantani en 1998, en una edición de la ronda francesa marcada por el dopaje y que obligó a muchos abandonos. Se decidió por el reto porque la prueba ha endulzado el recorrido de forma acertada después de que los últimos años la carrera fuese un aburrimiento ya que era tan duro el final que nadie se atrevía a atacar durante las dos primeras semanas. Y también porque con 33 días hay más descanso entre las dos carreras que en temporadas precedentes.

Los rivales no deberían darle mucho dolor de cabeza. Aparecen dos veteranos (Geraint Thomas y Romain Bardet), un local (Antonio Tiberi), una figura para el futuro (el belga Cian Uijtdebroeks, en el siempre peligroso Visma), con el australiano Ben O’Connors y el colombiano Daniel Martínez. Sólo participan cinco españoles. Juanpe López, que lideró el Giro en 2022, es el único con posibilidad de lucirse. También corren Pelayo Sánchez y Albert Torres, en el Movistar de un Nairo Quintana que se ha descartado para la general, Rubén Fernández en el Cofidis y Fran Muñoz en el Polti.

La carrera consta de dos contrarrelojes que le van a Pogacar como anillo al dedo, una etapa de gravel o ‘sterrato’ ideal para el ciclista esloveno que ganó la Strade Bianche, que se corre con tramos de tierra, en marzo y la fase final de montaña que incluye las ascensiones al Mortirolo, el Stelvio y el Monte Grappa a un día de Roma. Empieza una fiesta en rosa para Pogacar.