El perfil: Hierro, así es el relevo de Lopetegui

Hierro, nuevo seleccionador

Hierro, nuevo seleccionador / EFE

Dídac Peyret

"Mi objetivo es lograr que entre los seleccionados solo se hable de fútbol". Hace unos meses Fernando Hierro, el entonces director deportivo de la RFEF, vivía días de opulencia y tranquilidad.

La selección disfrutaba de un equipo con veteranos com Ramos, Iniesta Piqué o Busquets y la consolidación de jóvenes como Thiago, De Gea, Isco o Rodrigo. Julen lideraba con serenidad el grupo y España fantaseaba con la idea de hacer algo importante en el Mundial.

Nadie podía imaginar entonces que Zidane, el tipo más tranquilo del Madrid, le daba vueltas a la idea de irse y que su relevo sería Lopetegui. Menos aún que se anunciaría cuatro días antes del debut de España en el Mundial. Y que, un día más tarde Rubiales, se cargaría al técnico para poner a Fernando Hierro

"Un líder de los que ya no quedan", como le definió Karanka. Un exfutbolista muy vinculado al Madrid, una institución en el club blanco, y un personaje poco simpático por el barcelonismo. El mismo que como jugador que dominaba como nadie el otro fútbol.

Rivaldo, uno de los jugadores que más sufrió el juego sin balón del entonces central, tiene anécdotas para regalar. También los árbitros acumulaban chascarrillos. "¿Me vas a joder tú a mí?", soltaba el central a menudo cuando veía una tarjeta amarilla. Incluso sus propios compañeros temían su mal genio. Con Seedorf a punto estuvo de llegar a los manos.

Todo empezó con una falta en la que el holandés y Roberto Carlos discutían sobre quién la tiraía. No le gustó a Hierro, uno de los especialistas. "Vete a tomar por culo", le dijo a Seedorf. El centrocampista le recordó la frase en el vestuario y se las tuvieron.   

Hierro era un central formidable, rápido en el corte, siempre bien colocado y con un desplazamiento en largo espectacular. Pero sobre todo era un personaje con mucha jeraquía en el Madrid y el fútbol español. Si alguien temía por el papel de Ramos sin Lopetegui, Hierro contribuirá a mantener el orden.

La elección de la RFEF por él tiene que ver con la necesidad de contar con una figura de peso a la que respeten los jugadores. De ahí también que Celades vaya como segundo. Ha pesado més eso que la experiencia (Hierro solo ha sido segundo de Ancelotti y entrenador del Oviedo).

Como técnico del conjunto asturiano dirigió 38 partidos con un balance de 15 victorias, 8 empates y 15 derrotas. Pero su gran oportunidad le llega ahora, curiosamente tras cultivar en los últimos años una imagen conciliadora y tratar a menudo con los capitanes.

Hierro conoce perfectamente el vestuario que se va a encontrar. Y los que han trabajado con él aseguran que tiene más mano izquierda de lo que parecía como futbolista. Tras el temporal de los últimos días, la selección se encomienda a un líder.