El último año del contrato del siglo

El brasileño Oscar, que cobra 24 millones de euros netos, afronta la temporada de su despedida del Shanghai Port, de la Superliga china

El ex del Chelsea disputará su octava campaña seguida en Shanghai: llegó siendo el tercer mejor pagado del mundo y ahora percibe como Haaland y De Bruyne.

Así juega Óscar, el futbolista brasileño del Shanghai Port F. C

Así juega Óscar, el futbolista brasileño del Shanghai Port F. C / Twitter

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Oscar pasará a la historia por haber sido uno de los futbolistas que más ha ingresado en concepto de ficha. El suyo es el contrato del siglo. No hay dudas en esto. Aterrizó en el Shanghai Port, en enero de 2017, procedente del Chelsea y previo pago a 71,3 millones de euros de traspaso, lo que era un récord. Tenía 24 años, había jugado el Mundial de Brasil 2014, a pesar de no estar en su mejor momento, tenía mercado para seguir en un grande de Europa. Sin embargo, prefirió irse a la China.

Y, fue entonces, que pasó a cobrar una ficha anual astronómica de 24 millones de euros netos por temporada. Se convirtió en el tercer futbolista mejor pagado del planeta, solo superado por Leo Messi y Cristiano Ronaldo.

El centrocampista brasileño, que surgió en la base del Sao Paulo, se prepara ahora para encarar la que será su última temporada en Shanghai. Ya tiene decidido que, en noviembre, cuando expire su contrato, no renovará y dejará la Superliga china tras ocho años seguidos.

Su ficha sigue manteniéndose en los 24 millones de euros netos anuales, o sea, lo mismo que perciben actualmente, por ejemplo, Kevin De Bruyne y Haaland, las dos superestrellas del City, vigente campeón de la Champions y el Mundial de Clubes de la FIFA.

Calculadora en mano, Oscar, cuando expire esta temporada, habrá alcanzado los casi 200 millones de euros solo correspondiente a la ficha. Un hito. Es una facturación de súper astro del nivel de los Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar Jr., Mbappé y pocos más. Y, aunque el brasileño es un buen jugador, nunca se ha aproximado al futbol presentando por ninguno de ellos.

Y sus asombrosos ingresos los ha logrado en una liga menor a nivel planetario, como es la Superliga china, alejada de los focos mediáticos globales y que lleva años que no despierta ningún tipo de interés más allá de sus propias fronteras.

Es precisamente su ficha, fuera de cualquier parámetro racional, lo que ha hecho que Oscar se haya mantenido fiel al Shanghai Port, aunque hace dos años intentó sin éxito una cesión al Flamengo.

El volante brasileño es el último superviviente de las grandes inversiones en el fútbol chino que empezaron en torno a 2012, cuando los clubes locales comenzaron a reunir algunos de los mejores entrenadores del mundo y a cazar estrellas en el fútbol europeo.

Ahora se impone un techo anual de tres millones de euros para los futbolistas extranjeros, pero Oscar se ha librado de la nueva norma porque su última renovación fue antes de esta norma.

El entorno de Oscar ya ha filtrado que, a partir de noviembre, aceptará un contrato 'normal', en que cobrará según las normas del mercado. Con 32 años, su futuro apunta a regresar a su país, donde ofertas seguro que no le faltarán.

La lista de interesados ya es extensa, entre los cuales hay el Internacional, de Porto Alegre, club que defendió antes de irse al Chelsea, y los dos clubes actualmente más fuertes del país, el Palmeiras, que es el vigente bicampeón del Brasileirao, y el Flamengo, que ahora dirige Tite.