Hoyzer, a la cárcel

Cuando el fiscal Hartmut Schneider expresó sus dudas, sembró la alarma en un fútbol alemán que ayer respiró satisfecho

El Tribunal Supremo alemán rechazó ayer los recursos del ex árbitro Robert Hoyzer y el resto de implicados en la mafia de apuestas y partidos manipulados y dio así por buena la condena a dos años y cinco meses de prisión a que fue condenado.

La cámara del Supremo, con sede en Leipzig, falló en contra de la petición tanto del abogado de los acusados como del fiscal federal, que había respaldado la solicitud de absolución con el argumento de que no se les podía imputar estafa.

El presidente del Supremo, Clemens Basdorf, constató en su sentencia que el fútbol es un fenómeno "de gran relevancia en Alemania" y destacó el impacto entre la opinión pública de todo lo que acontece en su ámbito, incluidos los fraudes.

El caso salió a la luz tras denunciar un árbitro ante la DFB irregularidades en varios partidos dirigidos por Hoyzer. Luego llegaron a demostrarse manipulaciones en 23 partidos de la Copa alemana, y de categorías menores. Detrás de Hoyzer había una mafia de apuestas, dirigida por los hermanos croatas Ante, Milan y Filip Sapina que compraban a árbitros y jugadores. Hoyzer fue expulsado del cuerpo arbitral e inhabilitado de por vida, además de condenado a dos años y cinco meses de cárcel. A Ante Sapina le cayeron dos años y diez meses y a otro árbitro implicado, Dominik Marks, un año y seis meses.

El fiscal Hartmut Schneider justificó su petición de absolución en sus dudas acerca de si se les podía imputar estafa, puesto que el cliente que deposita una apuesta parte de la presunción de que habrá juego limpio, pero no hay garantía de ello.

La Audiencia Territorial de Berlín declaró en el 2005 a Hoyzer culpable de complicidad en estafa pero Schneider consideró que ese primer proceso estuvo marcado por "una superficialidad constatable". La sentencia de Berlín cayó "bajo la presión de unos Mundiales a la vuelta de la esquina", apuntó además el fiscal.

Ayer, sin embargo, el Tribunal Supremo ratificó totalmente la sentencia de prisión.