Gravesen, el pistolero loco

Thomas Gravesen jugó entre enero de 2005 y junio de 2006 un total de 49 partidos con el Real Madrid, marcó un gol, le marcó sus tacos a más de un compañero en los entrenamientos y dio más que hablar por su carácter irascible que por su fútbol, del que nadie guarda recuerdo en el Bernabéu.

Presentado en su día por Florentino Pérez como "el mejor futbolista de Dinamarca" y "el jugador que nos faltaba", Gravesen llegó al Madrid en plena efervescencia del Barça de Ronaldinho y no hizo otra cosa que provocar hilaridad al lado de una galaxia que se desmoronaba y, obviamente, se marchó sin más.

Más de una década después, James McFadden, delantero escocés que a sus 34 años mata el gusanillo en el Queen of the South de su país, recordó su relación con el danés, a quien no dudó en calificar de "loco", descubriendo su particular forma de ser.

"Era irracional, aterrador. La clase de persona que tratas de evitar"

"Era un tipo sin filtros, era aterrador y estaba loco" sentenció McFadden en una entrevista concedida a Open Goal, en la que refrescó los tiempos que pasaron juntos en el Everton, descubriendo alguna anécdota entre curiosa y temeraria.

"Era esa persona que en un grupo tratas de evitar. Era... Diferente, el más hiperactivo e irracional" explicó McFadden rememorando que en un entrenamiento "trajo una pistola de paintball y comenzó a disparar".

"Solía quedarse en el piso de Lee Carsley porque no le gustaba salir y gastar dinero" explicó en la entrevista el ex jugador del Everton, no comprendiendo como en la actualidad el ex futbolista danés vive a cuerpo de rey en Las Vegas y es un reputado jugador de póker.

"La habitación de los fisios estaba junto a un campo de entrenamiento" añadió su ex compañero, recordando que "un día por la mañana estaba el fisio corriendo con los jugadores lesionados cuando apareció él con fuegos artificiales y un gran cohete... Y lo disparó contra el fisio".

Su etapa en el Madrid coincidió con la gloria del Barça de Ronaldinho

En sus etapas como futbolista del Everton Gravesen sumó un total de 168 partidos. Primero fue como antesala a su fichaje por el Real Madrid, en su mejor etapa, a las órdenes de Walter Smith, quien le fichó, y David Moyes.

En el Bernabéu jugó para tres entrenadores distintos en apenas un año y medio: García Remón, Wanderley Luxemburgo y López Caro; tiempo en que el Real Madrid no ganó ningún trofeo y el Barça acumuló dos títulos de Liga, una Champions y una Supercopa de España.

"No me gusta su actitud" le reprendió en el verano de 2006 Fabio Capello, apenas hacerse cargo del Real Madrid. Gravesen, en un entrenamiento, realizó una durísima entrada a Robinho que desembocó en una pelea... Y pocas semanas después el Madrid se lo sacó de encima, traspasado al Celtic.

El danés llamó, cuando se marchó, "arrogante y egoista" al entrenador italiano y se mostró encantado de "dejar a un equipo lleno de grandes jugadores pero que se creen iconos mediáticos". Un tipo... de lo más especial.