Análisis sobre la fluidez de juego en las cinco grandes ligas

El análisis ha sido publicado por el Observatorio de Fútbol CIES

Tal como sucedió en El Clásico, este estudio determina que no existe correlación entre el porcentaje de juego efectivo y los minutos totales del partido

Messi lucha un balón con Nacho en el clásico

Messi lucha un balón con Nacho en el clásico / EFE

Alberto Teruel

EL Observatorio de Fútbol CIES, en su informe mensual número 64, ha publicado un estudio para determinar la fluidez de juego en las 37 ligas europeas. El estudio, que comprende los partidos disputados entre el 1 de julio de 2019 y el 3 de marzo de 2021, analiza el tiempo total que el balón ha estado en juego, además de cómo afectan las interrupciones al tiempo de descuento. Los datos extraídos de este estudio serán utilizados para analizar el tiempo de juego efectivo en cada una de las 5 grandes ligas europeas.

Entendemos tiempo de juego efectivo como la totalidad de minutos en los que el balón rueda sobre el terreno de juego, es decir, el minutaje del partido sin tener en cuenta las interrupciones. En promedio, el tiempo de juego efectivo registrado en las 37 competiciones analizadas es del 61,3%. Respecto a las cinco grandes ligas, la Bundesliga presenta los mejores registros (63%), seguida de la Serie A (63,2%), la Ligue 1 (62,4%), la Premier League (62%) y, en última instancia, La Liga (59,9%), siendo la única gran competición cuyo porcentaje se encuentra por debajo de la media europea.

Al contrario de lo que cabía esperar, no existe una correlación entre el porcentaje de juego efectivo y la duración total de los partidos. La Premier League (97' 26") alberga los partidos más largos de las cinco grandes ligas, seguida de La Liga (97' 01"), la Serie A (96' 51"), la Ligue 1 (96' 22") y la Bundesliga (95' 33").

Este resultado demuestra que el nivel de fluidez en el terreno de juego no es tomado en consideración por los árbitros en el momento de determinar el tiempo extra. Esta circunstancia podría animar a los jugadores a interrumpir el juego cuando les convenga ralentizar el ritmo del partido o quieran rascar algunos minutos, ya que el tiempo perdido no siempre influirá en la cantidad de minutos añadidos.

El Clásico ejemplificó este problema

El pasado 10 de abril, durante la disputa del Clásico entre Real Madrid y el Barça, Gil Manzano protagonizó la decisión polémica de la jornada. El colegiado tan solo decretó cuatro minutos de tiempo añadido cuando, según analizó 'El Golazo de Gol', perdieron un total de 9 minutos y 30 segundos entre cambios y gol (4' 19"), la avería del pinganillo de Gil Manzano (2' 08") y las protestas de los jugadores (3' 23").