La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino presenta hoy su solicitud para ser liga profesional

El fútbol español vivió su sexta huelga, la primera femenina

Ha sido el sexto parón futbolístico en españa, el primero femenino / Efe

Ramón Fuentes

Ramón Fuentes

Hace hoy justo una semana en SPORT os adelantamos la intención desde la Asociación de Clubes femeninos de convertir a la Primera división del fútbol femenino en competición profesional. Partiendo siempre que la Asociación representa actualmente a 13 de los 16 equipos que forman la máxima categoría la Liga Iberdrola, quedando sólo al margen el Fútbol Club Barcelona, Athletic Club de Bilbao y el Real Madrid Tacón. 

Pues bien, salvo cambio de última hora, va a ser este jueves cuando desde la propia Asociación se de el primero paso inscribiendo esta solicitud en el Consejo Superior de Deportes. 

Al igual que sucede con la LNFS que anunciaba también este paso en el día de ayer, el fútbol femenino lo hace de conformidad con el artículo 8.e) de la Ley 10/1990 de 15 de octubre del Deporte, donde queda recogido que entre las facultades del CSD está la de calificar las competiciones de carácter profesional. Entre los muchos motivos están los que requiere la propia Ley del Deporte en su artículo 46.2 donde establece que deben existir vínculos laborales entre los Clubes y deportistas y la importancia y dimensión económica de la competición. Requisitos que desde la Asociación entienden que se cumplen. 

La intención no es otra que la Primera división femenina pase a tener la misma consideración que tienen ahora mismo tanto La Liga de Fútbol Profesional como la ACB de baloncesto; que son la dos únicas competiciones que cuentan con este rango y reconocimiento en la Ley del Deporte vigente desde 1990. Y si todo fuera según lo previsto, que esta situación y estatus pudiera lograrse en la temporada 2021-2022.

De esta forma el fútbol femenino gozaría de la autonomía para la explotación audiovisual y comercial de su competición, teniendo que establecer un convenio de coordinación con la Federación Española de Fútbol como ya existe en el fútbol profesional masculino. 

No en vano ahora mismo 12 de los 16 equipos que forman esta competición dependen de clubes profesionales. Nueve de ellos están dentro de la actual Asociación (Atlético de Madrid, Deportivo, Levante, Betis, Rayo Vallecano, Espanyol, Real Sociedad, Sevilla y Valencia). A los que hay que sumar tres que actualmente están fuera, como decíamos anteriormente, encabezados por  el vigente campeón,el Fútbol Club Barcelona, junto al Athletic Club de Bilbao y el Real Madrid que esta próxima temporada pasará a estar totalmente bajo la disciplina del conjunto blanco.

Un paso que los clubes femeninos quieren dar, más cuando ya cuentan con un convenio colectivo firmado el pasado mes de febrero, el primero en la historia de este deporte. Otro requisito indispensable que exige la propia Ley del Deporte para poder convertirse en una competición con rango profesional. 

Pero además cuentan actualmente con un acuerdo audiovisual con Mediapro firmado el verano pasado que comprende esta temporada y las dos próximas por las que los clubes de la Asociación (rompió el acuerdo el Madrid Club de Fútbol y el Sevilla lo negoció al margen) perciben 3 millones de euros anuales. A esta cantidad hay que sumar otros cien mil euros más en concepto de la U televisiva y la Copa de la Reina firmado en febrero y que fue clave para poder firmar el convenio colectivo.

Los clubes femeninos quieren tener su autonomía como liga, en el mismo régimen que el fútbol de Primera y Segunda división, lo que evitará además el conflicto legal surgido con la reciente modificación de Real Decreto que regula la venta de los derechos audiovisuales del fútbol profesional en donde se le otorga a la RFEF la posibilidad de comercializar el resto de competiciones de ámbito estatal que organice.

Esto inicialmente implica tanto la Segunda B, Tercera, División de honor de juveniles, fútbol sala y el propio fútbol femenino. A esto se suma la modificación de Estatutos de la RFEF aprobada este pasado martes por la Comisión Directiva del CSD que reconoce también esta capacidad de explotación audiovisual y comercial al ente federativo, siempre que haya un acuerdo con los clubes.

De momento no pueda dado que el contrato audiovisual actual tiene vigencia hasta el 30 de junio del 2022, pero además, una vez se produzca este paso a ser liga profesional considerara por la Ley del Deporte, aún más tendrían los clubes la potestad para poder negociar sus derechos audiovisuales como sucede en el fútbol profesional masculino o en la propia ACB.

A este paso que emprende hoy el fútbol femenino, apenas horas después de llevarlo también a cabo el fútbol sala a través de su Liga Nacional, se suma la proposición no de ley presentada el pasado 12 de mayo por el PP sobre el fútbol femenino español. En concreto sobre la Liga Iberdrola que actualmente forman 16 equipos y que, después de la modificación aprobada por la Comisión Delegada de la RFEF, pasará a tener dieciocho la próxima temporada 2020-2021.

Entre los puntos que reclama el partido político, además de revocar la decisión de dar por concluida la competición, está también la de considerar a la primera división femenina como liga profesional. En concreto el texto decía lo siguiente: "que el gobierno de España junto a la RFEF inicien los trámites para declarar como liga profesional la Primera división del fútbol femenino español". Es decir la llamada Liga Iberdrola.

Una vez que la solicitud se haga formalmente, ya la decisión final quedará en manos del CSD y de la propia Secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, figura muy importante el pasado mes de febrero en los pasos finales para la firma del primer convenio colectivo en la historia del fútbol femenino español.