Las fortalezas del Wolfsburgo, rival del FC Barcelona

El otro gran dominador del fútbol femenino europeo será el Wolfsburgo, el rival del <strong>Barcelona </strong>en las semifinales de la Champions League. Un conjunto que lleva viviendo a la sombra del Olympique de Lyon los últimos años, pero que impone y tiene argumentos casi tan devastadores como el conjunto francés. Y las alemanas creen que este es su momento.

Han experimentado una temporada sobresaliente en cuanto a resultados y títulos, pero en realidad compleja porque por unos motivos u otros no pudieron tener al grupo al completo hasta febrero, donde arrasaron en los dos primeros partidos en los que coincidió el cuarteto o quinteto atacante justo antes del parón por el confinamiento.

Han llegado al País Vasco con las dudas de una pretemporada corta, pero con la plantilla casi al completo, la ilusión por las nubes y la incorporación de cuatro jugadoras de primer nivel como son: Kiedrzynek, Hendrich, Oberdorf y Bremer.

“VfL-Express”. Es el mote con el que se refieren al Wolfsburgo los comentaristas en Alemania. Hace alusión a la espectacular verticalidad del equipo y a la velocidad con la que son capaces de crear una situación de peligro de la nada. Ya sea a la contra, ganando un rechace, en segunda jugadas o presionando la salida del rival; necesitan muy poco para crear jugada y ejecutar.

Múltiples amenazas. Al miedo que genera cometer cualquier error contra ellas por su verticalidad, hay que sumarle que cualquier jugadora puede llegar a posición de remate y hacer daño. Pernille Harder y Ewa Pajor son la gran amenaza a vigilar, pero el resto de compañeras son muy peligrosas. Y más al ser un equipo que llega a rematar con múltiples opciones. El equipo más goleador de Europa con 140 goles anotados (tan sólo Sara Doorsoun es la única que no ha estrenado su casillero).

JUEGO AÉREO

Son temibles ya no sólo a balón parado, sino en cualquier centro lateral. Harder, Rolfö, Syrstad Engen o Popp son excelentes llegadoras y cabeceadoras que rematan casi todos los balones.

*Si el Wolfsburgo tiene un “pero” no es la defensa en sí, o el nivel defensivo de las jugadoras (se han reforzado bien en ese sentido), sino en el atrevimiento de la propuesta del entrenador. Centrales con más mentalidad ofensiva que defensiva (todas con buena salida de balón), laterales eminentemente ofensivas y la línea muy adelantada. La famosa teoría de la manta. Un poco como el Bayern en el famoso 2-8 de hace unas semanas.

LOS NOMBRES PROPIOS

Pernille Harder. La jugadora del momento. Para muchos la mejor jugadora del mundo. Siempre aparece, y ha llegado al torneo con plena confianza como demuestran sus 4 goles. Quiere la Champions League y que por fin la reconozcan en todo el mundo. Una maravilla de atacante capaz de hacer jugar al equipo, pero también anotar como una killer (con 38 es la máxima goleadora de la temporada). Si tiene espacios y puede pensar, el gol está prácticamente garantizado.

Alexandra Popp. El motor y corazón del equipo. Quizás la jugadora más polivalente del panorama mundial, ya no sólo por la cantidad de posiciones en las que juega, sino porque brilla en todos. Un portento físico que gana todos los duelos aéreos. Centrocampista con vocación de delantera. Mucha llegada. De las que aparecen los días grandes.

Svenja Huth. La menos famosa del famoso quinteto ofensivo del Wolfsburgo (Harder, Pajor, Rolfö, Huth y Popp), pero una extremo/segunda punta muy peligrosa. Móvil, trabajadora, atrevida y con gol. Muy inteligente a la hora de moverse entre líneas aprovechando la subida de la lateral, e indetectable para las defensoras rivales por la excesiva atención que generan sus compañeras de ataque. Que a nadie le sorprenda si decide ella el partido.