El clásico es azulgrana y la Liga, prácticamente, también

Hacer que parezca fácil lo difícil es una habilidad que pocos equipos tienen. El Barça es especialista en ello. A veces, sin embargo, hay que ponerse el mono de trabajo porque hay triunfos que cuestan más que otros. Y ante el Real Madrid fue así. Un gol de penalti de Fridolina Rolfö valió para sumar tres puntos importantes para dejar prácticamente sentenciada la Liga. 

"Sacaré el mejor once que crea que nos pueda dar la victoria", decía Giráldez en la previa. Sin embargo, sorprendió el técnico con rotaciones de tres de las piezas claves en sus esquemas. Descansaban Paredes, Walsh y Hansen y jugaban de inicio, en su lugar, Torrejón, de central, Engen y Crnogorcevic.

Faltó iniciativa en el primer tiempo

En la primera parte no pasó prácticamente nada destacable. Toma y daca, con aproximaciones de ambos equipos pero sin ocasiones claras para ninguno. Faltó iniciativa y nadie se atrevía a arriesgar. Iban pasando, sin más, los minutos.

Solo hubo tres disparos a puerta por parte del Barça. Uno de Aitana que rebotó en el cuerpo de Ivana al principio del encuentro. No lo volvieron a intentar las azulgranas hasta pasados veinte minutos. Fue Mapi León quien lo probó desde lejos, pero se marchó desviado el balón. Y poco después, Misa atrapó sin dificultades un cabezazo de Crnogorcevic desde el área chica.

Paños, que fue más bien una espectadora, atrapó sin problemas el único disparo del Madrid, obra de Weir desde lejos. Un primer tiempo con imprecisiones en el último pase y buenas recuperaciones tras pérdida, especialmente de Aitana y Patri. Con Rolfö y Salma cargando todos los ataques por la izquierda. Y algunos desajustes defensivos por la derecha que corrigió bien Bronze.

Rolfö fue la heroína

Mejoró exponencialmente el Barça tras el descanso en gran parte gracias a los cambios de Giráldez, que no esperó demasiado en hacerlos. Con Hansen, Walsh, Paredes y Oshoala volvía el once de gala. La superioridad se vio por fin reflejada en las ocasiones generadas. Un centro envenenado de Mapi León -que neutralizó en defensa a Caicedo- y el clásico ‘Guijarrazo’ de Patri, las más claras.

Hasta que llegó el gol. Fue de Rolfö, de penalti, por una falta en el área de Athenea sobre Salma. Se levantó el Johan entero para celebrar el tanto de la sueca, que hacía justicia a la superioridad azulgrana en la segunda mitad. Las azulgranas siguen siendo las ‘Motomamis’ de los clásicos.