Historia SPORT

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Alexia, la inconformista de oro

La capitana del Barça brilló en París con un discurso impecable y se emocionó al hablar de su lesión

Esta temporada se superó a sí misma cuando parecía que había tocado techo

Alexia Putellas recibe su segundo Balón de Oro

Alexia Putellas recibe su segundo Balón de Oro / AFP

Maria Tikas

Maria Tikas

Desde que se levanta a primera hora de la mañana hasta que cierra los ojos para dormirse, Alexia Putellas solo piensa en fútbol. Es su idioma, porque nunca le ha gustado hablar mucho, y su zona de confort. Aunque ha tenido que acostumbrarse en los últimos años porque las peticiones para entrevistarla se han disparado. Porque la afición, los medios y las marcas quieren escucharla. Y su discurso ha mejorado tanto, no solo en el contenido sino también en la forma, que cada vez que se pone delante de un micrófono acaba arrancando los aplausos del público y dando una lección. 

Discurso ejemplar

Sus palabras en el Théatre de Châtelet de París tras recibir su segundo Balón de Oro fueron impecables. En catalán, en castellano y en inglés, Alexia se acordó de todo lo que le ha ayudado a llegar a la cima. De su familia, primero, con su madre Eli y su hermana Alba presentes. Del club de su vida, el Barça. Del presidente, Joan Laporta, y su proyecto. Del cuerpo técnico, Jonatan Giráldez y su equipo. De sus rivales y de la Federación Inglesa, que está haciendo una apuesta firme por el fútbol femenino aprovechando su auge. Pero, sobre todo, de sus compañeras. Las que estuvieron con ella en París -Rolfö, Bronze y Oshoala- y las que se quedaron en Barcelona. Las que están y las que estuvieron. Porque sin ellas, como dice la centrocampista, no sería la futbolista que es hoy. Habló del premio, de nuevo, en plural. Porque es para ella un éxito colectivo. 

Esto que tiene Alexia de poner siempre a los demás a su nivel y escapar, en el buen sentido de la palabra, del protagonismo y los focos la hace única. Por esto es la capitana. Y los que la conocen bien dicen que es la clave de su éxito. Porque no trabaja para ser la mejor, sino que ser la mejor es fruto del inconformismo y la perseverancia que imperan en su día a día.

Mirar adelante

Cuando ganó el Balón de Oro el año pasado se 'olvidó' de él muy rápido. ¿Para qué sirve en el futuro lo que ya ha pasado? Para nada. Quería volver a ganar todos los títulos -también la Supercopa que quedó pendiente en 2021- con el Barça. Y para ello no le valían todos los premios individuales que ya coleccionaba. Lo único que podía hacer era trabajar duro para volver a ofrecer al equipo su mejor versión. Lo volvió a hacer y se superó a sí misma cuando parecía que había tocado techo. Lo parecía para todos menos para ella. Porque tenía claro que podía ser aún mejor. Y es exactamente lo mismo que piensa ahora.

Volver a disfrutar

Su luz en París, sin embargo, no eclipsó una sonrisa nostálgica ni las lágrimas que la dejaron sin palabras por primera vez durante la noche al hablar de su lesión. Desde que tiene uso de razón, Alexia no ha estado un día sin jugar o entrenar. Hasta ahora, que en su mejor momento se ha visto obligada a interrumpir su carrera por la dichosa lesión que sufrió en julio.

"Echo de menos sentirme futbolista". Su emoción sobre el escenario del Châtelet fue la de todos los asistentes y espectadores desde casa. Porque el fútbol también la echa de menos, a ella. Este Balón de Oro fue un empujón para seguir avanzando en su recuperación y poder volver a disfrutar, cuanto antes, del fútbol que, al fin y al cabo, es lo que la hace más feliz.