Historia SPORT

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¿Por qué (casi) no hay entrenadores negros en Brasil?

Hay un prejuicio contra los técnicos afrodescendientes: solo hay 4 entre los 40 clubs de la Serie A y B del Brasileirao

"Veo entrenadores negros altamente capacitados sin oportunidades", denuncia Marcao, el técnico del Fluminense

Marcao, el actual entrenador del Fluminense

Marcao, el actual entrenador del Fluminense / Lucas Merçon/Fluminense

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El fútbol brasileño es un deporte jugado (mayoritariamente) por negros y dirigido por blancos. A bote pronto esta es la primera conclusión que se saca cuando se echa un vistazo a una fotografía racial de las principales categorías profesionales del país. Ni el carrusel incesante de técnicos (ya son 18 sustituciones en 27 jornadas en las que solo han quedado al margen el At. Mineiro, el Palmeiras, el Corinthians y el Red Bull Bragantino) mudan el color de la instantánea.

El Brasileirao 2021 empezó en mayo con un solo entrenador negro en veinte equipos, Roger Machado (Fluminense), y, actualmente, cuenta con dos, Marcao (Fluminense) y Jair Ventura, el hijo del mítico Jairzinho, (Juventude). Son dos de veinte. Un 10%. Si se amplía el foco a la Serie B, se mantiene exactamente la misma proporción: otro dos de veinte, con Felipe Surian (Sampaio Correa) y Helio dos Anjos (Náutico) como excepción que rompe la noma.

“Veo entrenadores negros altamente capacitados sin oportunidades o sin gozar de las mismas chances que otros tienen. ¿Por qué a Andrade que ganó la liga (en 2009 con el Flamengo) no le dieron más opciones? En cualquiera otra situación estaría dirigiendo otro equipo, ¿por qué esto ocurre? ¿por qué somos negros?”, Marcao puso el dedo en la llaga, situando el debate en la primera línea mediática.

Y Tite, que muchas veces utiliza la atalaya de la Seleçao para convertirse en portavoz de la profesión, subió el tono y verbalizó el agravio. “Sí, hay un prejuicio con relación a los entrenadores negros y está arraigado porque es estructural. Debemos luchar contra él. Es un tema que responde a una situación generalizada que se vive en Brasil en términos sociales”, expuso el técnico de la Canarinha.

RACISMO HISTÓRICO

La discriminación se arrastra desde hace más de un siglo. El clásico “O negro no futebol Brasileirao”, escrito por Mario Filho (el periodista que da nombre al estadio de Maracaná), es una Biblia de la sociología del deporte, de obligatoria lectura, en la que se narra con todo lujo de detalles todas las barreras racistas y de exclusión social que tuvieron que enfrentar los negros brasileños para ser futbolistas. No es ninguna casualidad, por ejemplo, que se eligiera al portero Barbosa como el chivo expiatorio del Maracanazo.

Pelé rompió con el estigma de que los negros no tenían capacidad psicológica de aguantar la presión, pero ‘O Rei’ no pudo normalizarlo todo. Los banquillos (y también los despachos y los palcos) continúan siendo hoy un oasis para blancos, un espacio explícito de exclusión racial. No es ni mucho menos el único. Brasil tiene 213 millones de habitantes y el 56,10% de su población se declara negra. Sin embargo, solo un 12,8% de los jueces son negros, pero los afrodescendientes representan el 77% de los asesinatos. El riesgo de un negro de ser asesinado es un 260% superior a la de cualquier otra raza en Brasil

 En este contexto, el fútbol es un reflejo de cómo es un país continental que aún no ha sido capaz de coser la grieta infame, en forma de racismo, exclusión y prejuicios, que se creó a lo largo de casi cuatro siglos de esclavitud.