Si vas a comprar un piso, esto es lo mejor y lo peor de una hipoteca variable

Comprar una vivienda es una gran decisión. Antes de hacer realidad tu deseo y formar un nuevo hogar, debes pensar en como conseguir la mejor financiación posible. Adquirir una hipoteca es una de las alternativas más comunes y en banco suele encargarse de derivar los recursos financiaros necesarios a cambio de intereses, mediante la garantía de la propiedad.

Sin embargo, no todos los productos hipotecarios funcionan de la misma forma. Existen hipotecas fijas, variables y mixtas. Cada una de ellas tiene sus propias condiciones, pero hoy trataremos las ventajas y desventajas de adquirir una hipoteca variable, una decisión que afecta a la amortización, la comisión y la financiación de la vivienda.

Las hipotecas son un préstamo a largo plazo con una banca o financiera. En las hipotecas variables, el tipo de interés varia en función del Euribor. Es por ello, que la cuota de la hipoteca variable puede variar de un mes a otro durante la amortización del préstamo.

Una de las ventajas de las hipotecas variables es cuando el interés se encuentra por debajo del 1%, durante estos periodos el importe será bajo. Otro argumento a favor es la gran extensión de amortización, pudiendo llegar a los 40 años. Las comisiones de las variables también son menores que las fijas, además, si el Euribor baja también lo hará tu mensualidad.

Aunque, las propias ventajas pueden ser desventajas depende del contexto económico en el que nos encontremos. Las variaciones hacen que las cuotas sean más inestables. Además, durante los primeros 24 meses la amortización del interés es fijo, por lo que se encontrará por encima aunque el interés baje. La principal desventaja, es que siempre corres el riesgo de que la cuota se eleve, sin embargo, si optas por una hipoteca fija siempre sabrás lo que pagas.