Poner una hoja de laurel en el pelo: el gesto que cada vez copia más gente antes de irse a dormir

Un truco que no dejarás de utilizar

Unas hojas de Laurel

Unas hojas de Laurel

M.R.

El laurel es una planta realmente extraordinaria. Famoso sobre todo por enmarcar las cabezas de los graduados, el laurel indica sabiduría y buena suerte. Sin embargo, no todo el mundo sabe que esta extraordinaria planta también puede tener efectos beneficiosos para nuestro organismo. Y, en particular, sobre nuestro cabello. De hecho, nadie esperaba un resultado así, pero echarse laurel en el pelo puede tener efectos realmente extraordinarios.

Muchos ya conocen el poder de esta planta sobre la caspa. La decocción de laurel, de hecho, puede ayudar con este problema. Pero hay otro que puede resolver. Se trata de las pequeñas heridas que a menudo pueden producirse en la piel lesionada. Parece increíble, pero precisamente la decocción podría ayudar a curarlas.

Hay que decir que nadie esperaba un resultado así, ¡pero ponerse laurel en el pelo puede tener efectos realmente extraordinarios! Veamos, pues, lo que hay que hacer concretamente.

Muchos de nosotros nos encontramos a veces con pequeñas heridas en la piel, causadas, por ejemplo, por el rascado constante debido a la caspa. En este caso, sólo tenemos que hervir las hojas de esta planta en 1 litro de agua durante un cuarto de hora aproximadamente. Dejamos que se enfríe y luego la colocamos sobre las zonas afectadas. Sentiremos un alivio increíble.

Sin embargo, hay que hacer una aclaración. Se trata de un remedio natural y no médico, por lo que se basa en el saber popular y en las tradiciones de generaciones más antiguas. Si el problema de las heridas en la piel persiste, el consejo es ponerse en contacto con el médico inmediatamente. Este gesto lo puedes hacer antes de irte a la cama y dejar que el remedio actúe mientras descansas.

Quemar laurel en casa por la noche: la solución que cada vez copia más gente antes de irse a dormir (y con lógica)

Las creencias populares son variadas y muchas vienen acompañadas de un aura de fascinación realmente increíble. De hecho, las generaciones más antiguas estaban muy apegadas a la espiritualidad y trataban de curar este aspecto de la vida de diversas maneras. Las costumbres y prácticas estaban muy extendidas hasta hace pocos años y revivir algunas de ellas podría ser más que interesante, además de eficaz.

Por ello, deberíamos conocer el mayor número posible de creencias de nuestras abuelas, para poder poner en práctica su eficacia y, en particular, experimentar con ellas en la medida de lo posible. Las generaciones más antiguas prestaban especial atención a la naturaleza y, en particular, a ciertas plantas concretas.

El laurel, sin duda, está en la lista y ha sido utilizado durante muchos años por las abuelas por una gran variedad de razones. Es posible que las hojas de laurel tengan varias propiedades positivas para nuestra vida que nunca antes habíamos considerado. De hecho, parece que esta planta en particular puede explotar muchas flechas en su arco, flechas que muchos de nosotros no esperaríamos en absoluto.

Por ejemplo, las hojas de laurel podrían ser útiles para rescatar un viejo libro que ahora nos parece demasiado estropeado y que no querríamos tirar por nada del mundo. O también, las hojas de laurel, colocadas de una determinada manera debajo de la cama, podrían atraer una serie de fortunas increíbles.

Esto ya es una buena razón para aprovecharlas. Pero eso no es todo. Estas hojas, de hecho, también podrían tener el "poder" de hacer que el ambiente sea más tranquilo y relajado, con el fin de acompañar a la persona en cuestión hacia la relajación total después de un día muy largo.

Así pues, según las antiguas generaciones, quemar 2 o 3 hojas de laurel podría ser útil para la llamada "atención plena". En este caso, hablamos de un estado mental totalmente relajado que nos ayudaría a superar el estrés de una jornada laboral. El consejo va dirigido especialmente a quienes practican yoga, porque parece que el olor que emana del laurel podría ser propedéutico y útil.

Bastará con quemar algunas hojas secas en un recipiente ignífugo, tomando todas las precauciones necesarias. De este modo, podríamos aprovechar al máximo sus propiedades. Así pues, parece que esta es la increíble razón por la que las generaciones más antiguas practicaban esta costumbre.

Pero la cosa no acaba ahí. De hecho, esta práctica también hará que toda la casa huela bien. El fuerte olor de la planta se extenderá por las diferentes estancias, tapando los malos olores y haciendo de nuestro piso un lugar totalmente perfumado. Evidentemente, estamos hablando, como ya se ha señalado, de una creencia popular. Esto significa que no existe ninguna prueba científica.