Los expertos advierten: Estas son las patas de pollo que le puedes dar a tu perro sin que sea peligroso

A pesar de ser beneficiosas para los caninos, es importante no excederse

Explosión demográfica de perros en España

Explosión demográfica de perros en España / thejungleni

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Cuando se trata del cuidado de nuestras mascotas, la alimentación juega un papel crucial. Las patas de pollo, a menudo descartadas, se presentan como una opción nutritiva y beneficiosa para la salud canina. Este producto, rico en colágeno, cartílago, piel, tendones y huesos, aporta una abundancia de nutrientes esenciales para la salud articular de los perros.

Estudios del portal de salud Healthline en Estados Unidos destacan que las patas de pollo contienen vitaminas A y B9, calcio, fósforo y colágeno. Este último, constituyente principal de ligamentos, cartílagos y tendones, proporciona flexibilidad, sostén y elasticidad, contribuyendo así al bienestar articular de las mascotas.

La glucosamina y el sulfato de condroitina, presentes en las patas de pollo, estimulan el desarrollo y la reparación del cartílago articular, previniendo enfermedades crónicas y degenerativas en las articulaciones de los perros. Además, al contribuir a la limpieza dental y prevenir la acumulación de sarro, este alimento se convierte en una opción integral para la salud bucal de las mascotas.

Aunque las patas de pollo pueden incorporarse regularmente a la dieta canina, se recomienda hacerlo con moderación, generalmente dos o tres veces por semana. La cantidad ideal suele ser una pata por cada 10 kilos de peso del perro, pero es esencial consultar a un especialista y monitorear la reacción del animal.

Mientras las patas crudas pueden aportar beneficios, el riesgo de contaminación con salmonela hace que muchos opten por formas más seguras, como las patas deshidratadas, evitando así intoxicaciones o daños potenciales.